Oxygène 3

El camino del legendario Jean-Michel Jarre comenzó en 1976 cuando el compositor francés publicó su primer álbum, “Oxygène”, trabajo que supondría una gran influencia e incluso una revolución para el género además de ser su mayor éxito comercial. La creatividad de Jarre le llevó a publicar nuevos trabajos pero diferentes al primero, además de convertir sus actuaciones en algunos de los más descomunales y masicos espectáculos de la historia de la música pop. Finalmente y tras varios álbumes de desiguales resultados comerciales y artísticos, decidió volver a las raíces con la llegada de “Oxygène 2”, la segunda parte que vió la luz en 1997 y con el que el músico regresaría al sonido que le definió en su primer álbum. Ahora, en pleno 2016 y coincidiendo con el cuarenta aniversario de la primera parte, recibimos un “Oxygène 3” que llega unos meses después de los variados e irregulares dos volúmenes de “Electronica”. Aquí, Jarre vuelve a trabajar en solitario (compone, graba y produce) ofreciendo un material que no decepciona lo más mínimo. El hijo de Maurice Jarre apuesta por la cohesión y busca de manera intencionada conservar el minimalismo que caracterizó (debido a las limitaciones de la época) a la primera parte de esta aventura musical. El resultado nos muestra a un artista inspirado, especialmente en temas como “Oxygène, Pt. 14” –con la que se abre el álbum-, “Oxygène, Pt. 17” o “Oxygène, Pt. 19”, y que consigue dotar de cierta variedad y rítmica a las piezas que componen el largo. Lo hace hasta el punto de que el conjunto tiene la suficiente personalidad propia para hacerse un interesante hueco en la extensa carrera de su autor.

El único pero que se plantea frente a “Oxygène 3” es que no logra llegar al nivel de lo que Jarre creó en sus inicios, algo que tampoco deberíamos reprocharle puesto que hablamos de una obra fuera de lo común y de un disco atemporal que continúa captando el interés de las nuevas generaciones. En todo caso, escuchar “Oxygène 3” supone una gratificante experiencia que nadie debería pasar por alto.