Este lanzamiento de Ipecac, el sello de Mike Patton (Faith No More, Mr. Bungle, etc) y Greg Werckman (Alternative Tentacles) es uno de los primeros fascinantes bichos raros que nos ofrece 2025. “Jean Claude Vannier et Son Orchestre de Mandolines” confirma la vigencia total del veterano compositor francés quien en su carácter de insaciable experimentador se une al mandolinista marsellés Vincent Beer-Demander –responsable del actual revival que experimenta la música de mandolinas en su región– y hace honor a sus más sentidos recuerdos de la niñez, cuando sus padres los llevaban a columpiarse en un parque parisino del distrito XIV y allí disfrutaba de la música del Mandolin Club de su ciudad.
La música evoca emociones de todo tipo pero con un hilo conductor que se podría denominar como “calidez”: aún en los momentos dramáticos hay un halo de dulzura y melancolía rebosante de belleza. La escucha es dinámica, sorprendente, romántica e inspiradora.
La mandolina de Beer-Demander se multiplica en una orquesta que traza melodías en el aire las cuales son capturadas en el momento y lugar exacto por el acordeón de Grégory Daltin. Reminiscencias a Morricone, Piazzola y la chanson en trece piezas que saben a vino añejo, casi a cognac, siempre en su copa de balón sobre una mesa Luis XV adyacente a un sillón de terciopelo color terracota.
Puede que dentro de la extensa y destacable carrera de Vannier (quien además de componer numerosas obras, canciones para Eurovisión y bandas sonoras, ha colaborado con Serge Gainsbourg, Jane Birkin, Beck, Sean Lennon y Mike Patton, con quien lanzó en genial “Corpse Flower” en 2019 del que se habla en esta entrevista) este disco no ocupe un lugar en su máximo altar dorado, pero sí lo hace dentro de los lanzamientos de un sello como Ipecac, el cual tiene la diversidad y lo ecléctico como norte y aquí se encuentra ofreciendo lo más premium de su catálogo, veinticinco años después de su creación.
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