A modo de ritual, Jamila Woods presenta una honesta nueva etapa cargada de luz en la que prioriza la autocrítica por encima de cualquier otra cosa. El agua ha entrado en el cuerpo de la artista para depurar el pasado y equilibrar su presente. “Water Made Us” se muestra así como un disco más personal y emocional. Un álbum que llega en forma de nuevo paso al frente tras aquel crítico y universal predecesor centrado en las raíces y la defensa de sus derechos.
En esta ocasión hablamos más bien de un proyecto de transformación, de pasar página, de aceptación, de representar a la Jamila actual desde un punto de vista más pacífico. Se trata de poner el contador a cero para respirar profundamente y sentirse por fin bien consigo misma. El álbum inicia con una potente “Bugs” que nos invita a abrazar las imperfecciones (“Feel the sun on your skin, don't kill this love. Slide a little paper under the glass, let a few bugs live”). Tras este buen empujón, sigue desplazándose con ligereza y de forma elegante a través de ese sonido neo-soul que tan bien le viene para narrar su historia firmando momentos de gloria como ese “Tiny Garden” junto a duendita o la inclusión del toque góspel a través de unos estupendos coros de cierre de “Send A Dove”.
Sin embargo, esta nueva etapa no se queda solo ahí. También vemos a Jamila saltar sin miedo para jugar a explorar una vena más pop y comercial en “Boomerang” de la mano de NAO y GRADES (un inseparable de NAO que además ha colaborado con figuras como Bastille, H.E.R o Years & Years). En ocasiones, “Water Made Us” se tiñe de un rnb más pesado con una producción mucho más hiphopera de la mano de Peter CottonTale (Chance The Rapper), quien además firma como colaboración vocal en “Thermostat”. Junto a todo esto, otro de los grandes momentos de esta pieza llega cuando Jamila recurre al spoken word para abrir su corazón cara a cara con Gia Margaret en esa “I Miss All My Exes” donde la vemos completamente vulnerable y auténtica. Un corte que revisa con nostalgia cómo todas esas personas entraron en su vida para dejar una huella imborrable con la que ha aprendido a vivir.
En esta nueva etapa Jamila Woods está decidida, sin lugar a duda, a llenar de energía positiva su carrera y alcanzar la calma. La mejor prueba de ello está en la serenidad que transmite “Headfirst” como cierre del proyecto y como inicio de lo que quiere dibujar a partir a ahora a través de su música. Sin embargo, para llegar hasta aquí Jamila ha tenido que lidiar numerosas batallas, vivir una guerra emocional con crudeza cuyas heridas ha pintado muy bien en “Water Made Us” para así poder cerrarlas definitivamente. Es un disco creado para ella misma, el reflejo de la música como catarsis, pero también para ayudar a los demás. Un proyecto que habla del amor y no solo del amor hacia los ajeno, sino de aprender a sobrevivir y de cuidarnos a nosotros mismos. Un disco sobre la necesidad de mirarnos de vez en cuando en el espejo para comprendernos y abrazarnos en una sociedad sin freno cuyo ritmo a veces no te deja ni un simple respiro.
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