Vaya por delante que un par de temas como “Asleep With Fireflies” o “Come And Go”, entre lo mejor del tercer álbum de Turin Brakes, constituyen soleadas píldoras melódicas capaces de refulgir en la más tediosa tarde de verano.
¿El resto de las doce composiciones que integran la nueva entrega de la pareja formada por Olly Knights y Gale Paridjanian? Pues entre la ortodoxia formal compositivamente correcta y el tedio, al que llegan a rozar en piezas como la pesada “Red Moon” (digna de los más plomizos Starsailor). Ya hace algún tiempo que quedó diluida esa ridícula etiqueta de “new acoustic movement”, otro más de esos palos de ciego que la prensa británica, en su búsqueda obsesiva y estéril por acuñar tendencias y homogeneizadores, suele propinar cada nueva temporada.
Así que pocos van a ser los réditos que en ese sentido pueda extraer una banda como la que nos ocupa, con una carrera ya encauzada, anclada y concretada en trabajos como este. De grabación austera y casera (en su estudio de Brixton). Agradable, reconfortante, hasta bonito en ocasiones. ¿Necesario? En absoluto. ¿Mejor que lo que ofrecen Lowgold o I Am Kloot? Seguramente sí. Eso ya puede ser suficiente para muchos. Y que nadie ose mentar a Kings of Convenience en su nombre, que los noruegos sí que juegan (por suerte) en otra división.
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