La zona noble de la actual escena soul la conforman artistas ya consagrados como Leon Bridges, Curtis Harding, Benjamin Booker, Durand Jones & The Indications, Nick Waterhouse o Black Pumas. Pero, más allá de nombres de sobra conocidos por el público, ese género (en realidad atemporal) se encuentra inmerso en un atractivo revival que continúa sumando militantes para la causa. Alguno de ellos, con credenciales tan sólidas bajo el brazo que obligan a considerar su candidatura para ingresar en ese grupo selecto. Es lo que sucede con J.P. Bimeni & The Black Belts, en base el que es su segundo álbum tras aquel estreno de título ‘Free Me’ (Tuxone, 18) que vio la luz hace tres años.
‘Give Me Hope’ (Lovemonk, 22) es un disco de corte clásico, en el que convergen todos los elementos básicos del asunto, en dosis adecuadas y al servicio de un espléndido (y esplendoroso) conjunto de once canciones. Sin trampa ni cartón, sin sorpresas ni grandes revoluciones. Solo composiciones poderosas y de ritmo inquieto amparadas por la voz de Bimeni, rica instrumentación con presencia de vientos –impecables The Black Belts como banda de acompañamiento–, y regusto a otros trazos negroides como funky y R&B, todo sin volver la cara al pop. Piezas pasionales y con mensaje, tan verticales y efectivas como “Four Walls” (versión de Eddie Holman) y “Not In My Name” que ya activan las alarmas, antes de dar paso a la sedosa sensualidad de “Find That Love” o la espléndida (y estremecedora) “Gulity & Blessed”. También destaca el interludio instrumental de “Ghost City”, “Precious Girl” o esa “When Everything Is Wrong” que hubiera encajado por igual en los catálogos de Van Morrison y Paul Weller. En realidad, la sombra del ex The Style Council sobrevuela buena parte de la escucha, acentuándose en piezas como “Mathematics”, “James Stern” o la final “Found A Good Thang”. Cuarenta minutos que, de algún modo, invitan a olvidar todo lo que pasa ahí afuera, entre bolas de espejos y lentejuelas.
El artista original de Burundi afincado en Reino Unido había dejado buenas sensaciones con su estreno, y ahora llama definitivamente la atención con un descaro arrasador y el imponente número de dianas incluidas en el presente elepé. Un trazado adictivo y bailable, que no inventa absolutamente nada pero reverdece laureles de nombres clásicos del invento del tipo de Sam Cooke, Otis Redding, Terry Callier, Marvin Gaye, Isaac Hayes o Curtis Mayfield, así como del legado de los sellos Motown y Stax. Y es que cabe afirmar, sin riesgo a equivocarse, que ‘Give Me Hope’ (Lovemonk, 22) será uno de los discos de soul de la temporada en curso, a la altura de los firmados por cualquiera de aquellos artistas del primer párrafo.
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