Con el aura de rememorar la falta de presión y factor sorpresa que caracterizó el lanzamiento de “NOLA” en 1995, llega el cuarto disco de estudio de Down, formado por esta primera parte de cuatro EP’s. Si bien ese factor sorpresa es algo ya casi imposible de conseguir (no por parte de Down, sino de la gran mayoría de bandas), y pese a que a la voz de Anselmo le pesan los años y excesos y que Rex Brown ya no está a bordo (sustituido eficazmente por el Crowbar Pat Bruders), sí es cierto que este primer capítulo de “IV” suena fresco y conciso. Sabiéndose una banda de culto, el quinteto se puso manos a la obra y parió uno de sus discos más oscuros, manteniendo el nivel entre la rudeza de “Witchtripper”, la pesadez de “Open Coffins” o la épica de “Misfortune Teller”. Liberados del shock post-Katrina que marcó su anterior trabajo, de 2007, aquí hay misantropía y pesimismo a raudales, la marca de la casa de unos Down que ahora parecen tener a Pepper Keenan a tiempo completo y a un Phil Anselmo que intuimos mucho más cómodo aquí que en los lejanos y turbulentos días de Pantera.
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