It’s Almost Dry

Discazo de Pusha T este “It’s Almost Dry” cuatro años después de un “DAYTONA” –que no me entusiasmó especialmente–. Contando con que él no ha cambiado demasiado (aunque algo así, ahora lo veremos) intuyo que el que más ha cambiado he sido yo. Porque no puedo dejar de escucharlo desde que salió hace unos cuantos días. En un momento en el que las nuevas promesas de la escena norteamericana no consiguen afianzar estatus de estrellas cuando hablamos de álbumes de larga duración (¿Qué pasó con Roddy Rich?), la vuelta de Pusha T como rapero de culto ha sido un soplo de aire fresco para mí, capaz de reengancharme a una escena donde aflora un tipo de artista incapaz de sostener con álbumes lo que apunta con los singles.

Pusha T siempre ha tenido fama de no-ser-el-mejor-eligiendo-producciones y que eso ha lastrado una carrera que siempre estará marcada, por otro lado, por su influencia en el Kanye del cambio de década pasada y, claro, también, por cómo Kanye llevó su sonido a una cota superior de la que él mismo alcanzó y alcanza. Eso sí, cuando todo ha cambiado todo, Pusha T sigue en la suya, rapeando cada vez mejor y, eso también, aprendiendo a rodearse de los mejores productores del mundo. Hablamos de nada menos que el propio Kanye West y de Pharrell, que no solo le han puesto en bandeja a Pusha T desquitarse para siempre sino que son los protagonistas de la versión especial de “It’s Almost Dry”, un Pharell vs. Ye, donde podemos disfrutar de dos mitades de álbum, una por cada genio que, más allá de ser café para muy cafeteros, es una auténtica gozada para cualquier oyente interesado en la música más allá de filias y fobias sobre géneros, ancladas en el pasado.

“It’s Almost Dry” es un álbum con aroma de clásico, con aroma clásico, un trabajo enorme de un selecto grupo de artistas de élite con momentos tan memorables como el verso de Jay-Z en “Neck & Wrist” (“Neither I nor my wrist move mockingly/Y’all spend real money on fake watches, shockingly/They put me on lists with these niggas inexplicably/I put your mansion on my wall, are you shittin' me?/I blew bird money, y'all talkin' Twitter feed”), las producciones de Kanye, en concreto las de “Dreaming Of The Past” y “Just So You Remember”; “Just So You Remember”, en sí; o mi favorito, el más memorable de todos, ese instante en mitad del álbum en el que sonríes porque lo que estás escuchando es tan bueno que no te ha dado tiempo a mirar el reloj, ni a retomar lo que estuviera que estabas haciendo antes de darle al play.