It´s A Wonderful Life

Su anterior y segundo trabajo, “Good Morning Spider” editado en el 99, debería formar parte de cualquier discografía que se precie por reunir calidad y magia a la vez. La belleza de este álbum se basa en el extraño, misterioso y doloroso mundo que su creador, Mark Linkous, consigue desplegar a lo largo de nada menos que diecisiete cortes, piezas que no sólo cautivaron a gran parte de la crítica especializada, sino también a un buen número de artistas que -mira tú por dónde- han decidido colaborar con el frágil genio de Virginia.

De entre ellos, los más destacados son Dave Fridmann de Mercury Rev (el sonido “Deserter´s Songs” es una buena referencia para entender de qué estamos hablando) y John Parish (tampoco debe extrañarnos su presencia), que, por separado, se han encargado, además de tocar varios instrumentos, de la producción, junto al propio Linkous, de los doce temas del álbum, siendo “Eyepennies” y “Piano Fire” (en las que intervienen Parish y su inseparable PJ Harvey) los más duros y, en el caso del primero, una joya que justifica sobradamente la inmediata adquisición de “It´s A Wonderful Life”. Otra de las colaboraciones que dan lustre al álbum es la del siempre sorprendente Tom Waits, el único que recibe el honor de componer un tema a medias con nuestro protagonista (el más experimental y, por tanto, muy en la línea del invitado). Sin embargo y pese a lo acertado de las colaboraciones, nos hallamos ante un disco menos variado y deslumbrante que el anterior (faltan temas en la línea de “Sick Of Goodbyes”, “Cruel Sun” o “Pig”). Un disco que ahonda en la parte más melancólica (muy a lo “Come On Ju” o la maravillosa “Painbirds”) y en el que la belleza de las composiciones te hará olvidar toda comparación posible. Imprescindible.