Si uno lee las alabanzas que la crítica internacional ha vertido sobre este tercer trabajo de los de Louisville (Kentucky), encontrará importantes referencias que le ayudarán a imaginarse un híbrido entre Neil Young y Flaming Lips o Spiritualized y Lynyrd Skynyrd con unas gotas del dream pop de los últimos Mercury Rev y de la intensidad emocional de Sparklehorse, combinadas con el espíritu sureño de los Allman Brothers.
Aunque a algún escéptico tanto relumbrón le parezca exagerado, seguro que no sorprenderá tanto a los que ya cuenten con su anterior trabajo, el también excelente “At Dawn”, del que ya hablamos en estas páginas y que motivó nuestra primera entrevista con la banda. Y es que My Morning Jacket han conseguido en este disco no sólo dotarle de mayor solidez al discurso y consolidar un estilo propio en el marasmo del sonido americana actual, sino también un excelente trabajo de guitarras y la belleza de construcciones melódicas de canciones fuera de lo común como “Run Thru”, “Masterplan” o “Just One Thing” por poner tres ejemplos, aunque el álbum no deba verse como un ente de doce canciones independiente sino como un todo global de una belleza semejante al “Ok Computer” de Radiohead, pero parido desde lo más profundo del sur de Estados Unidos. Tan impresionante como imprescindible.
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