Israel B vuelve a la larga duración algo más de un año después de un ‘Islas’ con el que este trabajo que ahora ve la luz comparte similitudes -aciertos y defectos- y que ayuda a confirmar lo que ya intuimos en su proyecto previo: Israel B tiene una concepción de sí mismo como artista que dista de la que le asigna un público que reacciona más fervorosamente al sonido de rap puro de las ‘BBS’ que a las variaciones con las que el nieto la Pili apuesta en los álbumes y EP, con los que supone el crítico que quiere dejar para la historia un legado más amplio, donde su versatilidad, que existe, predomine sobre su indiscutible calidad como rapero. Creo que cree Israel que el tiempo juzga mejor a quienes no se conforman con lo que ya tienen, “Yo soy rap, pero me monto en cualquier track”, como canta en Bobby Fischer, por ejemplo. La parte letrística, el fondo, el mensaje, mantiene el tono desde el primer al último tema, quizá con la excepción de ‘Al Final Del Día’, un tema donde ‘El Ejército de un Hombre Solo’ alcanza -imagínense un mapa- una de las esquinas de su extensión temática y formal, con estribillo de pop dosmilero incluido, siendo la otra esquina ‘Miedo y Asco en Madrid’, quizá el mejor tema del álbum gracias a un Gloosito antológico que hace team con el Israel más divertido y brillante de todo el trabajo. Él mismo me lo comentaba en nuestra entrevista en ‘Flashes’: el rap es escuchar una barra y pensar: “Qué cabrón, esto lo tenía que haber escrito yo”. Temas como ‘Bobby Fischer’, ‘CNN’ (“es huérfana pero me llama papi”) o la colabo con Gloosito (las barras de ópera) cumplen este mandamiento autoimpuesto. Las demás colabos del álbum, no. De hecho, no se entienden -la calidad no las mantiene solas, no están a la altura del resto- si no se ha seguido su trayectoria y cómo Israel B ha apostado por este tipo de featurings en todos sus trabajos grandes, a pesar de su poca perdurabilidad.
Israel B tiene el respeto de toda una escena donde todos hablan bien de él y acuden cuando llama, la admiración de un público que le sigue por toda España en sus conciertos, que cada cierto tiempo le respalda premiándole dentro de la industria con Discos de Oro y Platino (’YYANOSÉ’ o ‘Tranquilisimo’), y un equipo detrás como el de LOWLIGHT que marca la diferencia en un mundo como el del rap independiente, tan difícil de profesionalizar. Sin embargo, y a pesar de entrar entre los candidatos a mejor proyecto del año en la escena rap, ‘El Ejército de un Hombre Solo’ sigue apuntando a que lo mejor de Israel B está por llegar, como los últimos tres trabajos, curiosamente a diferencia de las ‘BBS’, donde alcanza la plenitud, quizá por limitar más el radio de acción. ¿Qué pensar? Mi colega periodista Luis Abascal me escribe al poco de salir ‘El Ejército…” que Israel es Karim Benzema y que con el tiempo se llevará el Balón de Oro, que hay que seguir apoyándole. Ahí estaremos. De momento este álbum le vuelve a convertir en ese estudiante que fue, que saca notable cuando podría sacar sobresaliente. Hoy leía un artículo sobre Karim Benzema en ABC. Contaba que le encantaba comer sandwiches de atún con tomate en la gasolinera al salir del entrenamiento, que desaprovechaba las tardes sin hacer nada por su carrera, que incluso cuando Florentino fue a su casa a ficharlo estaba por ahí con los amigos, que solo la fe del propio Florentino lo mantuvo a flote cuando más fallaba de cara a puerta. Hoy todo eso no importa porque el artículo repasa los errores de Karim el día después de ganar el Balón de Oro.
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