Directamente desde la gran manzana nos llega una de las nuevas sensaciones de los magazines británicos: The Strokes, un cruce perfecto entre la querencia arty de la Velvet Underground (“The Modern Age”, “Is This It”), el rock desplegado en el CBGB a mediados de los setenta (“Someday”, “New York City Cops”) y el r&b stoniano del de toda la vida.
Referencias que, ni son nuevas, ni dejarán de repetirse en el futuro en multitud de bandas, pero que, en este caso y sin que sirva de precedente, no pueden ser tomadas a la ligera. Afortunadamente para nuestra, cada día más recuperada, fe en el rock´n´roll, los Strokes cuentan con ese algo, ese "no-sé-qué", esa esencia destilada de Manhattan, ese espíritu real, veraz y sin artificios que todos los grupos de rock deberían poseer.
Un estilo andamiado en canciones de estribillos tan arrebatadores como los “Alone Together” o “Barely Legal” –con esa guitarra tan Tom Verlaine-, en ese himno ochentero y trepidante que es “Hard To Explain”, o en la belleza simple y envolvente de “Trying Your Luck”… ejemplos todos ellos que nos dejan con un excelente sabor de boca que aumenta con cada nueva escucha que le dispensamos a un disco al que no le falta fuelle y que se devora de principio a fin.
Qué tiempos aquellos....grande disco!!