Jimmy LaValle siempre ha sido un gran administrador del dramatismo instrumental. En The Album Leaf impone la economía de recursos sobre unas canciones que pretenden conseguir el máximo efecto con el mínimo artificio, con un resultado humilde, lejos de las pretensiones de otros artistas encasillados en el post-rock. De vez en cuando resulta cautivador, otras veces una oda al autismo. En “Into The Blue Again” intenta contrarestar esa tendencia a la abstracción sin destino con la voz de Pall Jenkins de The Black Heart Procession en algunos temas y las programaciones de Joshua Eutis de Telefon Tel Aviv. El primero, no acaba de encajar ni consigue elevar a nivel de canción una pieza como "Always For You" y casi molesta en "Wherever I Go". El segundo aporta poco más que esqueletos sobre el que LaValle puede construir instrumentaciones elípticas, juegos atmosféricos que son lo mejor del disco pero que a pesar de todo no arrastran lo suficiente la atención del oyente y acaban encerrados en si mismos. Queda la hipnosis balsámica de "Red Eye" o la expansiva belleza de "Into The Sea" y la sensación de que ha sido un camino agradable.
esta buenisimo el post