B4 The Storm

Un joven estadounidense llamado Taz Taylor decide, de pronto, crear un colectivo de productores bajo el nombre de Internet Money y, sin más intención que ofrecer un espacio creativo en el que poder experimentar con varios colegas de profesión, la bola se va haciendo más y más grande hasta que los contratos con varias discográficas de renombre comienzan a florecer. La bomba estalla por completo cuando, en pleno 2020, TikTok es una de las plataformas digitales más potentes del mundo y el trap parece que se da la mano con el pop para facilitar hits que puedan hacerse virales a través de coreografías o challenges. Ahí es cuando los miembros de Internet Money –que son unos cuantos– deciden lanzar su primer álbum llamado “B4 The Storm”, un trabajo pensado de forma calculada para ser consumido por nativos digitales.

Sorprende que el álbum esté compuesto por diecisiete canciones. Pero la cosa cambia cuando te das cuenta de que la mayoría no llega a los tres minutos de duración. Asumes que es una cuestión de cambios a la hora de escuchar cierta música hoy en día y lo reproduces de principio a final, dejándote con una sensación algo vacía. “B4 The Storm” es el típico caso de un disco que seguramente triunfará en las listas de éxitos de Estados Unidos gracias al gran abanico de raperos que colaboran (Future, Swae Lee, Juice WRLD, Wiz Khalifa…) y a su adaptación a los nuevos tiempos y herramientas digitales, pero que no deja poso. Sus bases, estrofas y estribillos están construidos para que los puedas compartir en quince segundos en Instagram Stories o hagas un baile en TikTok, pero las canciones no trascienden más allá.

No obstante, todos estamos de acuerdo en que el disco cumple su función y, al menos, eso es algo que no todos los artistas pueden decir. Probablemente los chicos de Internet Money estén ahora mismo bañándose entre fajos de billetes sin preocuparse por si su disco ha sido bien recibido o no por la crítica musical. Saben que el dinero ahora mismo lo da Internet (de ahí su nombre), y eso es un poder que puede hacer temblar los cimientos de cualquier industria: desde la musical hasta la de la moda, pasando por la del cine. La opinión que nosotros como consumidores tengamos ante este cambio de paradigma es otra historia.