It Won’t Always Be Like This
DiscosInhaler

It Won’t Always Be Like This

7 / 10
Carlos Pérez de Ziriza — 14-07-2021
Empresa — Polydor
Género — Pop

Habrá quien frunza el ceño sabiendo que Elijah Hewson es hijo de Bono (U2), más aún cuando este se encarga de avisar en cada ronda de entrevistas de que no se le pregunte por el asunto: así fue cuando servidor le entrevistó hace año y medio. Y cualquier suspicacia bien podría verse acrecentada por lo parecido de sus timbres vocales y la forma en la que los modulan. Hay razones creativas, no solo sanguíneas, para esbozar paralelismos. Dicho esto, el de Inhaler es un disco de debut francamente digno, que buscar arañar grandes audiencias pero en ningún momento lo oculta, y enhebra un muestrario de registros tan bien secuenciado que brinda un expediente de los de “progresa adecuadamente” respecto a sus primeros singles y EPs.

"It Won’t Always Be Like This" (2021), cuyo título podría leerse como anhelo de esperanza post pandémica pero no fue concebido así, ya que surgió bastante antes como reflexión sobre su rápido crecimiento desde la adolescencia que los reunió, bien podría hacer las delicias de un público amplio. Tanto de quien disfrutara con el "Rock ‘N’ Roll" (Lost Highway, 2003) de Ryan Adams como de quienes ya se aburren con The Killers o Kings of Leon pero sentían cierto cosquilleo ante sus momentos más fibrosos. Está en ese punto justo entre el post punk que se somete a su tercer (o cuarto) revival en modo de aseado lavado de cara y el stadium rock, con su cuota de épica al por mayor. Pero no por ello deja de ser un producto consistente, sólido y a ratos hasta convincente. Siempre sin trampa ni cartón. Con eficiente producción a cargo de Antony Genn (Pulp, Elastica), quien teloneó a U2 en su gira de 2009 al frente de The Hours. Todo queda en casa.

Prenden la mecha de un after punk vertiginoso que igual puede recordar a los U2 de "Boy" (Island, 1980) u "October" (Island, 1981) como a The Stills (¿alguien se acuerda de ellos?) en “My Honest Face” o “When It Breaks”, se someten a medios tiempos que insinúan cierta textura funk a lo Paul Weller o Noel Gallagher como “A Night On The Floor” y se aventuran en territorio bailable sin necesidad ya de apelar a Stone Roses en una “Slide Out The Window” que guiña el ojo a los James de primeros noventa o en una “Who’s Your Money On? (Plastic House)” que, con su bajo retumbante, reilumina la plantilla que dio luz al “Blue Monday” de New Order. Curioso que, siendo de Dublín, recuerden a tantos grupos de Manchester. También hay momentos ramplones como “My King Will Be Kind”, en texto y melodía, en fondo y forma. Qué menos. Pero para ser un álbum de debut no está nada mal, y merece ser juzgado con el mismo rasero que cualquier otro artefacto sin la mitad de pedigrí familiar, por mucho que nos olamos que en su trastienda hay vía directa a mentideros con poder en la industria.

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