Tras dos discos de carácter ascendente, Paradise Lost lo tenían todo de cara para firmar una obra a la altura de sus mejores logros. Y esto es lo que encontramos, como mínimo, en la primera mitad de “In Requiem”, una buena dosis de doom metal gótico, pesado y oscuro pero al mismo tiempo melódico y fácil de retener. Sin protagonizar un retorno absoluto a la crudeza original como sus coetáneos y amigos My Dying Bride, los de Halifax se sacan de la manga tres canciones –“Never For The Damned”, “Ash & Debris” y “Requiem”- que bien podrían haberse incluido en “Icon” o “Shades Of God”, con una producción evidentemente actualizada, pero con las mismas atmósferas densas y misteriosas, las mismas guitarras duras y pesadas y la voz más gutural de Nick Holmes desde “As I Die”. A un nivel más general reaparecen también los añorados solos y las agudas segundas armonías de Greg Mackintosh; el primer single, el antibelicista “The Enemy”, no tiene nada que envidiar a “The Last Time” y cuenta, además, con unos riffs demoledores; mientras que “Praise Lamented Shade” parece rescatada de entre lo mejor de “One Second”. El nivel decae ligeramente en la segunda mitad del compacto, donde su recuperado sonido metálico comparte pistas con su vertiente más alternativa. Sin embargo, la pegadiza “Beneath Black Skies” o el solemne y arrastrado final con “Your Own Reality” son de lo mejor que los británicos han firmado en los últimos diez años. Un retorno a celebrar.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.