La música de Daniel Rossen y Fred Nicolaus parece salir a ratos de algún rincón lejano y olvidado a caballo entre los años cuarenta y cincuenta, un cajón olvidado lleno de maravillas, canciones clásicas y extrañas a la vez. Esa es la única manera que se me ocurre de clasificar algo como “No One Does It”, uno de los momentos más alegres y contagiosos del álbum.
Rossen es también miembro de Grizzly Bear y compartía habitación en la universidad con Nicolaus. Desde entonces ambos han publicado varios trabajos, aventuras arriesgadas de escasa repercusión, algunos bajo el nombre Whitey And The Moon UK. “In Ear Park” es su debut para 4AD y suena como si a Grizzly Bear -el resto de miembros del grupo también contribuyen al resultado- le hubieras extirpado buena parte del dramatismo y la angustia. Suena ligero y habitable, como el espectro de Brian Wilson cantando desde el más allá (esa maravilla titulada “Teenagers”; Wilson no está muerto pero su alma se fue de paseo hace tiempo), como Randy Newman y Van Dyke Parks y Scott Walker, todos juntos y bastante revueltos. Eso es mucho para un simple disco. Claro que no hay tantos discos que contengan algo como “Waves Of Rye” o “Floating On The Leigh”.
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