Poco voy a descubrir a estas alturas si afirmo que Lori Meyers siempre han sido un grupo que le ha concedido un gran valor a los estribillos. Era así cuando empezaron son su titubeante power-pop en aquel “Viaje de estudios” primerizo en el que sobresalía la pegadiza “Tokyo ya no nos quiere”, y continúo igual con “Dilema” de “Hostal Pimodán” con sus amados Teenage Fanclub en la mirilla. Sin embargo no fue hasta mi favorito, “Cronolánea”, que empezaron a sacudirse las deudas estilísticas y ganaron en entereza, mostrando por primera vez un sonido que se podría calificar de propio.
Lo curioso es que, una vez logrado, lo explotaran tan poco moviendo ficha enseguida, abrazando teclados y sintetizadores para darle un barniz más robusto a su sonido, perdiendo por el camino ese toque algo naïf que podríamos calificar de “indie”, y de paso dándole mayor protagonismo a la voz de Noni que pasó a sonar delante de toda la instrumentación sin quedar arropada. Pues bien, mimbres parecidos a los conseguidos en “Cuando el destino nos alcance” se repiten en este nuevo álbum que casi adolece del componente “dance” (“Una señal” sería ese casi), pero logra una mayor rotundidad en la capacidad de envolverte en estribillos coreables con un sonido inflado y pensado para recintos grandes como si de nuestros The Killers se tratara.
Canciones como “El tiempo pasará”, “Impronta” y “Emborracharme” se convertirán en las favoritas del público para acompañar a grito pelado a un Noni que cada día es más protagonista, tanto en el sonido, como en el contenido de unas letras cargadas de desengaños y rupturas.
La principal pega del disco es que en su segunda parte el nivel de enganche pop decae y es precisamente ese sonido inflamado, y en busca del estadio el que acaba por agotar a un oyente que añora temas como “Alta Fidelidad”, es decir, canciones de cuando sonaban mucho más básicos, sin tanto artificio.
Un poco flojo pero, a mi entender, el nivel había sido muy alto en los discos anteriores.
Que vaina con los criticos de música, siempre comparando todo con grupos de habla Inglesa. Es un error triste.Este disco es 1belleza. Pega en el alma de una manera insolita. Como es posible que esten comparandolos con The Killers o Teenage Fanclub. El sonido es Lori Meyers y listo. No hay otro igual
Para empezar los propios lori meyers han llevado por estandarte todas esas comparaciones y no les ha gustado que les comparen con grupos estatales y el disco no es una belleza es feo y flojo de cojones y el anterior casi tanto...es cierto qe los primeros son impresionantes pero es que lo...
...más feo que tiene el grupo es Noni,con su voz y letras penosas de lo malas que son a cuestas...en fin que vuelva Julián !!!!
La confirmación del declive de un grupo que prometía mucho y no ha sabido evolucionar. Vamos, uno más del montón.
¿Por qué el disco de Bigott no entra en el top ten y otros con peores crítias, si?
Que se separen de una vez o vayan a Eurovisión, es lo que les queda!
Una pena, un grupo con discos tan buenos como Cronolanea y Hostal Pimodan han ido al declive de intentar ser algo que no son, las canciones se difufinan entre tanto sinte hortera rollo camela,las letras cada vez peores, parecen inventadas al grabar...un timo gigante!
El disco es el más flojo con diferencia de los que han hecho... Los tiempos de Hostal Pimodán o Cronolánea han pasado...y es una pena
El peor disco de Lori Meyers
Las letras dan vergüenza ajena.
It's a relief to find soeonme who can explain things so well
Well, Kickstarter turned down my prospoal. Doesn't come as a great surprise. So, absent sudden intervention by well-heeled skeptics, I fear the project is dead. I still say it would have been a good idea.
Es un disco muy flojo y no sé porqué se me viene a la cabeza otro adjetivo: Infantil.