¿Cómo cocinar un superlativo disco de rock con sonido americano, aires folk y magia country? La respuesta la tiene Manolo Tarancón, bien, él, Paco Loco y Nathan James. Manolo compuso, Paco grabó y Nathan masterizó. Al parecer Tarancón y su equipo tuvieron claros los ingredientes desde el principio: letras sobrias, nostálgicas y melodramáticas que restan como poso idóneo para un conjunto instrumental muy acertado. Un himno a la cuerda, eléctrica o acústica, clásica… el slide guitar como recurso. Guitarras añejas, con matices vetustos. Guitarras que te transportan y te explican historias de forma autónoma. Una composición donde banjo y harmónica brillan con luz propia.
Para postres la receta se cocinó en Cádiz y reposó en Nueva York, obteniendo así un disco cálido que deja cierto regusto a Bob Dylan. Guiños a Quique González y a Nacho Vegas. Piezas como “Con la magia a otro lugar” nos muestran a un Manolo Tarancón en estado de gracia, de estructuras a veces simplonas, otras encrudecidas, pero siempre resolutivas y eficaces. En resumen, “Imperfectos” deja un gran sabor de boca.
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