El francés es uno de esos raros y valiosos artistas refractarios a la impostura. Su lenguaje musical rock, así a secas, austero (qué bonita palabra tan manoseada), descarnado y repleto de verdad, tomó cuerpo en “Notre Silence” (Autoeditado, 11), crónica en carne viva de una ruptura en primera persona, donde Cloup, tras la exuberancia sonora de Experience y su abrasiva colisión de rock, hip-hop y política, apostaba por la introspección, con una instrumentación mínima que ha resultado ser ideal para dar rienda suelta a su madurez artística: guitarra, voz y batería. Canciones directas al tuétano, de un realismo doloroso, y grabadas de la manera más sencilla. Música esencial, pero con unos riffs de guitarra irresistibles.
“Ici et la-bas” es el tercer disco con esta instrumentación, aunque la batería del gran Patrice Cartier ya no está, ahora es Julien Rufié quien pone sus también vigorosas baquetas al servicio de un disco en el que aunque Cloup se asoma por nuevos caminos musicales, no hay cambios significativos en ese sonido espartano que llega a la médula. La esencia está intacta.
Posicionado desde los tiempos de Diabologum en posiciones progresistas críticas pero saturado de política desde el final de Experience, en “Ici et la-bas” (aquí y allá) Cloup, retoma las contradicciones de su país, de una Europa rendida al sálvese quien pueda generalizado, como combustible de sus letras repletas de desencanto, sarcasmo y, sobre todo, preguntas sin respuestas. Alejándose de maniqueísmos baratos, letales para el arte (“rien n´est simple”, “nada es simple”, dice), con trallazos de rock primario (“La clase ouvrière s´est enfulle”, “Séparer”) y la tensión de electricidad contenida que ha sabido cultivar como casi nadie (“Etranger”). Como colofón, un tour de forcé de 14 minutos de ruido blanco sobre el que exorciza sus demonios familiares y sentimentales (“Une adresse en Italie”) y que supera en intensidad doliente y emotiva al mismísimo Kozelek y sus últimas letanías de costumbrismo literario. En definitiva, otro disco magnífico de un artista europeo único.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.