La camaleónica banda danesa Iceage se ha reencarnado en el delta del Misisipi gracias a la aportación de Pete Kember, alias Sonic Boom y ex Spacemen 3, en labores de producción. Cierto que el nihilismo esquinado post-punk de sus inicios, combinado con una actitud desafiante de la que ya se han despojado, se había escorado hacia una personal versión de la psicodelia, que brillaba sobre todo en su cuarto disco (aunque ellos no quieren oír ni hablar de esta etiqueta), pero aquí se atreven hasta con un coro góspel.
La elegancia instintiva y el misterio son dos de los atributos más preciados de un grupo que siempre ha parecido absorber influencias de postín con una facilidad y habilidad sorprendentes para esquivar el pastiche. “Seek Shelter” también va sobrado de ambos ingredientes, y además cuenta con ese punto de madurez que dan los años: el tortuoso single “The Holding Hand”, “Love Kills Slowly” o la semi acústica “Drink Rain” se codean con la estética de nombres del prestigio de Echo And The Bunnymen, que hizo del romanticismo lluvioso con un poso post-punk su razón de ser.
Sin embargo, el álbum sorprende sobre todo por sus pasajes más extrovertidos, sobre los que se cierne la sombra insospechada del rock vintage de The Rolling Stones, Spiritualized o Primal Scream (“Shelter Song”), y donde se adivina la mano de Kember. Y aunque la estupenda y elástica “Vendetta” puede tirar demasiado a Madchester en una melodía vocal arrastrada que podría firmar Shaun Ryder, y “Dear Saint Cecilia” se queda un poco corta en sus ambiciones melódicas clásicas, en el contraste entre el alma torturada y esquiva que siguen cultivando y la sorprendente pulsión espiritual de raíces norteamericanas les sale una interesante síntesis que llama a la redención y el consuelo.
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