Defiance Part 1
DiscosIan Hunter

Defiance Part 1

8 / 10
Eduardo Izquierdo — 30-05-2023
Empresa — Sun Records
Género — Rock

Ian Hunter hace tiempo que es mi coartada. El ejemplo perfecto que usar cuando me dicen que a cierta edad es normal que ya no rockees, que hayas dejado las guitarras eléctricas y te hayas dedicado a algo más ¿maduro? Incluso que te haya dado por versionar a Frank Sinatra o Dean Martin, algo que empezó siendo hasta original en algún caso para acabar convirtiéndose, sea en el caso del cancionero de “ojos azules” o de otros artistas de la primera mitad del s XX en Norteamérica, en casi una pesadilla y, de paso una obligación para más de uno. Pobre Frankie ¡Quién le iba a decir a él que hacer discos de versiones de sus temas favoritos iba a ser terreno abonado a los descendientes de su odiado Elvis! Pero no todos sucumben. Algunos quedan. Resistiendo. Dando sopapos en la boca a todo el que asegura que el rock y los octogenarios no casan. Entonces es cuando yo empuño los discos de Ian Hunter y los planto encima de la mesa o, mejor, en mi equipo de música. Y acaba de darnos una razón más con este "Defiance Part 1" que, llámenme lince, pinta a que tendrá una continuación.

Dice el líder de Mott The Hoople en “This Is What I'm Here For” que “cuando acabe, te lo notificaré” y, además que “cuando tenía treinta años estaba encima de la colina. Cincuenta años después todavía mato”. Más claro el agua. La canción es una de las once que integran este disco grabado en los estudios de Sun Records y que, aunque venga cargado de invitados, se aleja del típico álbum de vieja gloria en el que el protagonismo es asumido por estos. Slash, Todd Rundgren, Mike Campbell de los Heartbreakers de Tom Petty, Ringo Starr, Billy Gibbons, Billy Bob Thornton o el añorado Taylor Hawkins, por citar algunos, están aquí para sumar. Pero el protagonista es Hunter y otro puñado de buenas canciones.

El arranque con “Defiance”, Slash a la guitarra y Robert Trujillo de Metallica al bajo, lo dice todo y refuerza nuestro argumento inicial. Tener ochenta y tres años no es excusa, si lo sientes, para seguir “dando cera”. Y hay mucho a lo que agarrarse. Cierto es que dependiendo de sus acompañantes, la cosa vira ligeramente hacia su sonido. Así las armonías de Rundgren brillan en “Don’t Tread On Me” y evocan en algo etéreo a Utopia, “Pavlov’s Dog” tiene algo de desértico o de stoner suave que pronto se torna rock and roll de toda la vida con la mitad de los Stone Temple Pilots ahí, y Billy Gibbons torna muy ZZ Top “Kiss N’Make Up”. Pero por encima de todo siempre emerge la figura de un Ian Hunter igual de inspirado que lleva, iba a decir que una década, pero casi que me atrevo a alargarlo a toda su carrera. Por cierto, y para amantes de las curiosidades. Se han dado cuenta del título ¿no? Desafío. Pues eso, guante lanzado, boca cerrada.

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