I Wanna Go Backwards
DiscosRobyn Hitchcock

I Wanna Go Backwards

9 / 10
Redacción — 13-02-2008
Género — Rock
Fotografía — Archivo

Para marearse. La caja que acaba de editar Yep Roc (a la que seguirá una segunda, también dedicada a Hitchcock) es de locos, un pantagruélico festín para todos los que hemos seguido la pista a uno de esos artistas que de verdad han vivido al margen de todo, construyendo su propio camino, un tipo al que la palabra outsider se le queda pequeña.

“I Wanna Go Backwards” recoge tres de los discos más celebrados del inglés, “Black Snake Diamond Role” (1981), “I Often Dream Of Trains” (1984) y “Eye” (1990), y un doble compacto de demos y rarezas titulado “While Thatcher Mauled Britain” (1981-1990). Unos trabajos que ayudan a trazar la evolución de un músico que con The Soft Boys ayudó a dar nombre a la nueva ola más inquieta sin saberlo, para después iniciar una carrera en solitario (a ratos acompañado por The Egyptians), en la que se convirtió en un cantante de folk-rock psicodélico algo alucinado, pero con los pies en el suelo, que seguía las enseñanzas de Syd Barrett, Roky Erickson o el Marc Bolan de Tyrannosaurus Rex. Robyn Hitchcock se encuentra, por derecho propio, en esta lista de geniales perros verdes, y además lo hace sin recurrir al malditismo o a la retórica propia de los músicos torturados. Todo un gentleman británico sobrado de clase.

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