I Have Nothing To Say To The Mayor Of L.A.
DiscosDean Wareham

I Have Nothing To Say To The Mayor Of L.A.

8 / 10
Raúl Julián — 26-12-2021
Empresa — Double Feature/Popstock!
Género — Pop
Fotografía — Archivo

Qué importante y valioso resulta, dentro del ámbito artístico, tener en propiedad una impronta exclusiva. Se trata de ese trazo claramente diferenciable que dota a cada una de las obras del autor con distintivos inmediatos y poco menos que inconfundibles, sea cual sea el motivo y el momento en el que cristalice su inspiración. Dean Wareham es uno de los agraciados con tan apreciado don, siendo el suyo un caso evidente tras concretar su peculiar talento en diferentes proyectos y aventuras desde finales de los ochenta.

El neozelandés afincado desde temprana edad en Nueva York comenzó su andadura en los seminales Galaxie 500, para liderar después Luna –una de las bandas más elegantes de los noventa– y antes de firmar algunos discos a medias con su pareja Britta Phillips. No fue hasta 2014 cuando entregó un (notable) elepé homónimo que hasta la fecha figuraba como único trabajo en solitario (y al uso) en su haber. Un trazado no exento de evolución, pero copado siempre por el exquisito gusto del autor y en el que, efectivamente, sus singularidades han aparecido inevitablemente recalcadas una y otra vez.

Una tendencia alargada con el presente lanzamiento, en el que el finísimo estilo del autor reaparece en base a medios tiempos con especial predilección por esas atmósferas acogedoras marca de la casa. Una secuencia coherente, sedosa y enlazada sin aspavientos, que incluye destacadas como “The Past Is Our Plaything”, “Under Skys”, “Robin & Richard” (en donde asoma la sombra de Robert Forster), “The Corridors Of Power”, “Cashing In”, “The Last Word” o la final “Why Are We In Vietnam” que podría haber pertenecido a Yo La Tengo. Diez piezas con valor propio, de esas que destilan sensaciones sanadoras y que en la sugerente voz de Wareham funcionan como calmante contra ansiedad, prisas, rabia y otros males endémicos.

"I Have Nothing To Say To The Mayor Of L.A." no es un álbum acústico, pero sí uno delicado y muy cuidado en sus elementos, que huye de los excesos y en donde cada detalle parece meditado y colocado para lucir con la intensidad apropiada. Y también es, sin duda, una referencia perpetrada por Dean Wareham, compositor ya clásico que regresa con otra obra tan carente de sorpresas como absolutamente convincente. Y es que, mientras el músico mantenga ese porte creativo tan distinguido, la publicación de material con su rúbrica seguirá siendo más que bienvenida.

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