Aprovechando el parón indefinido de La Raíz, Pablo Sánchez ha dado rienda suelta a una idea que llevaba tiempo rondando su cabeza: su primer disco en solitario. Bajo el nombre de Ciudad Jara (dedicado a su hija), el cantante y compositor publica una ópera prima en la que explora su universo personal, en el que resuenan ecos de rock, funk, pop o hip hop. Una propuesta íntima, melódica y mimada, plagada de poesía y folclore, hilada de la mano de su amigo de la infancia, Tato James, junto a Santos & Fluren. Todos ellos lo han producido en la Casa Murada de Tarragona, por donde se pasaron a poner su granito de arena un buen número de colaboradores (desde La Vela Puerca a Rozalén, pasando por el periodista y cómico Facu Díaz).
Tras la apertura que da título al disco, la breve y ancestral Donde nace el infarto, el ritmo se acelera en los estribillos pegadizos y distorsionados de "El último pasillo". "Bailé" da protagonismo a las personas invisibilizadas por la sociedad. La canción del pensador muestra una faceta acústica y hogareña. La ironía se ceba con nuestros políticos en "Líderes". "Siglos de golpes" sabe a posguerra, un homenaje a las trabajadoras y trabajadores que sufrieron las secuelas de la Guerra Civil. Y así hasta una docena de temas plagados de un lirismo cuidado, que va de la crítica social a sus reflexiones más íntimas, y un sonido orgánico, que sigue experimentando incansablemente con la mezcla de estilos e instrumentos.
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