Hollinndagain

Poco después de acabar su segundo disco (“Danse Manatee”), Animal Collective tocaron un montón de veces en la ciudad donde vivían, Nueva York, con un público formado básicamente por amigos que acababan repitiendo en todos los conciertos. Para no aburrirlos ni aburrirse, los tres componentes que entonces formaban el grupo (Avey Tare, Panda Bear y Geologist) se aventuraron a hacer de su directo algo distinto cada noche, sin tocar apenas temas conocidos y construyendo sobre la marcha una música espaciosa, desinhibida y única que en poco tiempo les haría estar en boca de todos. Ellos dicen que en esa misma época encontraron grupos hermanos como Black Dice, con quienes hicieron su primera gira más o menos grande, una experiencia que a juzgar por su crispado resultado (el increíble “Here Comes The Indian”) debió ser poco menos que de locos. Todo eso se habría perdido como lágrimas en la lluvia de no ser por “Hollinndagain”, el disco de directos que editó poco después St. Ives. Pero de ese vinilo sólo se prensaron trescientas copias que poco después se vendían a unos precios imposibles, lo cual lo convirtió casi en un mito para todos los fans del colectivo. Visto lo visto, gracias a la reedición de Paw Tracks, podemos decir que no era para menos: crujidos que se responden unos a otros, voces alucinadas, ‘ese’ sentido del ritmo primitivo y nuevo, a punto de explotar y explotando, paciente, nervioso y maravillado. Los mejores Animal Collective: magia pura.