He tenido la suerte de reseñar las dos primeras referencias de esta excelente banda y puedo confirmarles que se trataba de obras adelantadas a su tiempo, rebosantes de imaginación y cada una de ellas un tratado de experimentación y calidad.
Así que "Hocus-Pocus" no iba a ser menos. A "Believo!" le faltaba algo de concreción y picaba en campos muy distintos, pero sirvió para plantar unos cimientos que, mira por donde, en "Hocus-Pocus" se van al traste. En "High Society" apostaron abiertamente por las guitarras y por adaptarse a la voz de Toko Yasuda, mientras que aquí las primeras han dejado de gozar de tanto protagonismo (aunque sean el mimbre básico para la excelente "The Power Of Yaw Ming") y la voz femenina toma el mando en canciones como "Murder Sounds" o "Shave". Pero, y ese es el mayor secreto del grupo, en "Storm The Gates" se olvidan de todo ello para que John Schmersal (el alma de Enon y exBrainiac) nos recuerde a un maltrecho Mark Lanegan, para continuar durante el resto del disco apostando por fórmulas tan diversas como la música de baile, el funk, el pop o la new wave. En sus manos, todo ello se convierte en excelentes canciones. Síganles.
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