Cuenta Way que la principal fuente de inspiración para este disco ha sido la banda sonora de "Trainspotting", como símbolo de un cóctel perfecto de brit-pop 90's y el glam renegrido del Bowie berlinés. Tiene "Hesitant Alien" pues, algo de conceptual. Una jugada que a ratos se vislumbra pero, ayayay, que al final termina dejando la impresión de que el resultado es bastante disperso. Sólo "No Shows" -y quizá por eso lo eligió como primer single- atrapa muy bien el feeling vocal, los ritmos y melodías de los referentes mencionados. Es la única canción que hace pensar en ellos instantáneamente, sin explicaciones previas que condicionen la escucha. El resto del tracklist ofrece sólo algunos destellos ("Drugstore Perfume", un medio tiempo muy Stone Roses) y en un disco conceptual, la falta de cohesión es pecado mortal.
Empieza el álbum con "The Bureau", una introducción de ínfula industrial que descoloca bastante, cuyos primeros segundos hacen imaginarse un Extremoduro futurista (!) y que después acaba remitiendo a los Ministry más machacones. "Action Cat", el segundo single, tiende más hacia el clásico pelaje sonoro de My Chemical Romance. La obsesiva "Zero Zero", la balada "Brother" o la trepidante "Juarez" también se mueven cerca del emocore que disfrutan los fans de su antigua banda. Lo peor, "How it's going to be", una épica tan pretenciosa que no hay por dónde cogerla. Lo mejor, "Millions" (tercer sencillo) y "Get the gang together", que aunque tampoco logran pintar el cuadro propuesto por Way, son los temas más redondos. Pero cuando llega el cierre con "Maya the psychic", uno ya se ha olvidado de qué iba la idea original. ¿Y si se escucha el disco sin ninguna idea preconcebida y juzga por la música sin más? Sabe a poco viendo esa portada tan... "¡eh, mirad cómo he cambiado!".
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