Paw Tracks, la misma discográfica de Panda Bear y Animal Collective, presenta su nueva vuelta de tuerca de lo establecido como común. Eric Copeland es quien se enfunda el traje de libertino del sonido y decide no sólo experimentar como hace con Black Dice y Terrestrial Tones, sino que va más allá: él fusiona cualquier tipo de sonido y lo mezcla para obtener su canción soñada desde hace tiempo. Un tiempo exacto de dos años es lo que lleva Copeland para conseguir la mezcla adecuada. Aparentemente sin nada que ver con el manifiesto de Matthew Herbert en el que no es válido para la creación musical la utilización de un mismo sonido dos veces, y que sólo puede ser obtenido de la realidad, el neoyorquino cae en las mismas pautas que el británico, aunque en dos estilos opuestos. Prefiere para la construcción del tema loops que se mantengan y sobre ellos una mezcla de ritmos muy bien conseguida en “Hermaphrodite”, más marciano en “Green Burrito”, cercano a un tribalismo de juguete en “La Booly Boo” y próximo al industrial con “Tree Aliens”. Un trabajo complejo, difícil y curioso.
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