Aksel Schaufler, léase Superpitcher, requería un álbum en condiciones que le situase en el mapa internacional con garantías, sobre todo después de haber dado forma a algunos de los mayores hits publicados por el sello germano, con el permiso de Michael Mayer.
Desgraciadamente, una vez escuchado con atención, descubrimos que “Here Comes Love” es un disco de pop electrónico con tantos altibajos como el humor de su creador. La sutilidad de su rítmica, su capacidad por depurar al máximo cada una de sus composiciones y su talento melódico nos brindan excelentes momentos: el inicio del disco con “People”, ese precioso “Love Me Forever” que se convierte en el ecuador del álbum y “Lovers Rock”, posiblemente el mayor hit de todo el minutaje. Desgraciadamente, digo, Schaufler se muestra menos inspirado en “Sad Boys”, en la melodramática “Träume” –salpicada de cuerdas y dirigida por la voz de Charlotte Roche-, en la sinuosa “Even Angels” y sobre todo en su torpe relectura del clásico “Fever”, jugada que nos lleva a pensar en que lo de “Baby’s On Fire” quizás tuvo bastante de casualidad.
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