Luego de las experiencias multi sensoriales y sentimentales junto a su big band, reflejadas maravillosamente en “The State Between Us” o “el disco del Brexit” que grabó junto a más de 1000 músicos de todo Europa, Matthew Herbert vuelve al minimalismo de su propuesta bautizada con su propio apellido.
Trazando una línea de continuidad con algunos de sus trabajos más reconocidos, los houseros “Around The House” (1998) y “Bodily Functions” (2001), llega “Musca” para recordarle al mundo las virtudes de un tipo que es capaz de dominar la ambientación como pocos.
“Musca”, editado por su propia casa discográfica Accidental Records, logra un nivel de cohesión estética y una coherencia admirable, más teniendo en cuenta que el disco fue desarrollado y grabado de forma remota.
El dato de que “Musca” cuente con 14 músicos invitados (ocho cantantes, entre ellos Y’akoto en el single “The Way”, y seis instrumentistas) es relevante de cara al sólido resultado final.
Hay un piso de calidad en la carrera del británico que afortunadamente sigue siendo respetado al 100%, prueba de ellos es la arquitectura tan robusta como sensible de temas como la mencionada y hermosa “The Way”, la dinámica y juguetona “Be young”, la atmosférica “Two Doors” que dibuja un viaje directo al espíritu sintético de los 90s o la jazzy “Fantasy” con las expresivas vocales de Verushka.
A esta altura Herbert es un músico de culto que sobrevivió a fuerza de creatividad y talento al boom electrónico de finales de los 90s y de algún modo extraño siempre suena acorde a la actualidad; o quizá, una vez que te interiorizas en su música, sientas que en realidad los tiempos se acomodan a su propuesta. Ese es el verdadero don de su talento, no que haga música a partir de elementos que solemos usar para cocinar o limpiar la casa, aunque esto también sea alucinante.
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