Hemen eta Orain
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Hemen eta Orain

7 / 10
Reuben Weedianaut — 07-03-2023
Empresa — DDT Banaketak
Género — Punk

DDT Banaketak son un colectivo cultural y anticomercial de Bilbao que lleva más de 30 años distribuyendo y editando contracultura en todas sus formas, siempre con el DIY (Do It Yourself, Zuk Zeuk Egizu) como cimiento y bandera. “Hemen eta Orain” es una muestra más de aquel legado de la distribución alternativa que aún se sigue moviendo desde mediados de los años ochenta y continúa vigente y presente; un recopilatorio de bandas de Bilbo que se mueven a día de hoy por aquellos mismos canales de autogestión y que sirve a modo de fotografía de lo que se está gestando en este mismo momento en los barrios de la capital bizkaitarra. Como único nexo común entre ellas, el reconocimiento por parte de la DDT a grupos/músicos que han elegido la distribuidora para publicar sus discos, o que han dado conciertos para financiarla; anexionando sonidos de su línea editorial clásica, como el punk, el punk rock, el hardcore y el crust, con géneros más en boga en la actualidad, como el metal punk, el post-punk, el punk pop y el synth punk.

En una coyuntura en la que la nostalgia cotiza al alza, y vacas sagradas de la música se juntan para rememorar tiempos (supuestamente) mejores mientras llenan por igual estadios y bolsillos en la industria, “Hemen eta Orain” reúne a catorce grupos de rabiosa actualidad (muchos de ellos noveles, tanto que alguno ya no existe para cuando la burbuja del vinilo ha permitido que el LP estuviera en la calle) para romper con la postal Bilbao Ría 2000 mediante otros tantos temas creados expresamente para la ocasión.

Motorastola rompen las hostilidades con una metacanción autorreferencial (la única en inglés en un disco bilingüe en su concepción) en la que el trío (ahora definitivamente asentado con Ronan de Bakounine a la batería) habla, precisamente, sobre grabar una canción para el recopilatorio que nos atañe, con letras gloriosas sobre su relación con las partes implicadas (como aquellas que rememoran la época Likiniano/Gatazka: “you can bet your ass our first punk tapes were bought here, they were locked in a showcase so we couldn't steal them”; o los “Go Josetxu!” dedicados a nuestro querido agitador cultural valenciano). Si bien su título (“DDBeat”) es un juego de palabras entre las siglas del proyecto y el género que crearon Discharge, acaba resultando en el trallazo más Motörhead de todo su repertorio, que ya es decir.

Gurs son un cuarteto post-punk de nuevo cuño, pero con un amplio recorrido previo a sus espaldas. Kepa (Mármol, voz), Barrio (Elfo Negro, guitarra), David (Hank, bajo) y Andrés (Despeñaperros, batería) dan continuación a un destacable EP debut con su primer tema en euskera, situándose en un punto intermedio entre los gipuzkoarrak Arrotzak y los franceses Litovsk. Tanto el género como las influencias se sentirán presentes a lo largo del tracklist al igual que en esta “Nor Ote?” tan contestataria como el “Camp des Basques” del que toman su nombre, un campo de refugiados construido por la Tercera República a fin de acoger en la comuna homónima a quienes cruzaban la frontera por los Pirineos huyendo de la Guerra Civil. En Francia los conocen bien gracias al apoyo del sello bretón Symphony of Destruction.

Nuevas Formas De Miedo (o NFM) es el único de los grupos que participan en el disco que no sigue en activo. Formado como cuarteto mixto durante la pandemia, “Inhabitable” se ha convertido en único testigo de su efímera existencia. Sintetizadores que acercan su post-punk al coldwave como factor diferencial junto a las voces de Amanda (sintes, Incendio) y María (bajo). No es muy habitual en el género la presencia de dos vocalistas, pero el resultado no podría encajar mejor con esas guitarras que brillan como las de Mausoleo y tanto le gustan a Josu (Mármol). Primera aparición del guitarrista a lo largo del LP, que se lleva la palma con tres comparecencias (a la par con el batería Taki, aunque su tercera sesión se quedó en en el tintero) en una muestra más del espíritu colaborativo del álbum.

Bilintx toman su nombre prestado del afamado poeta y bertsolari vasco del s. XIX, una referencia curiosa para su edad, siendo la banda más joven del plantel. Curiosa como su música, una amalgama de bertsolaritza (métricas/repeticiones), punk, no/new wave y post-punk; todo ello vestido del anarquismo que deja entrever un logo con referencias a Crass, Bauhaus, la anarquía, y el mismo Moko al que apelan. Provenientes de combos surgidos del extinto Izar Beltz, como Hanged y La Sombra, para esta “Zein Polita” consolidan su sonido (y su formación como quinteto mutable) tras la ausencia de guitarras en su EP debut. Para quien escribe, los nuevos BAP!, valga la hipérbole.

Aihotz son el proyecto en el que Bea y Elena de Serpiente se han centrado tras la disolución del trío que formaban junto a Ana (Verde Prato). Completando el cuarteto encontramos a sospechosos habituales como son Astola y Juane, a las baquetas también en los aquí debutantes Gonorriaga. Practican un punk oscuro y lisérgico poco frecuente, con la psicodelia emanando de unas partes vocales filtradas por pedales con tantos agudos como reverb y delay. “Flor” se asienta en una base rítmica monolítica para que la guitarra se abra paso a machetazos con riffs metal como si te lo gritasen todo a la cara. Una propuesta que rompe moldes, no en vano aparecieron en el The Best Punk on Bandcamp mensual con su segundo EP.

Difuntos Telaraña son uno de los grupos más longevos del lote, siendo una de las primeras bandas en salir de los locales del Ateneo Libertario, pero ésta es la única grabación que prueba su existencia más allá del boca oreja dentro de la escena. Liderados por el peculiar Marco, su punk bizarro resulta perfecto reflejo de la persona que hay detrás. Parece que el hecho de entrar a un estudio les ha espoleado y han vuelto a escena tras años en barbecho. “Veraneo” evoca un despertar postapocalíptico con letras surrealistas vestidas de sutiles pero determinantes arreglos que denotan el gusto y talento del trío. Uniendo los hilos, la sección rítmica formada por Iñigo (Mármol) y Taki (NFM) teje una estructura plomiza sobre la que desarrollar el tema más breve y uno de los más marcianos y destacables de la compilación.

Gonorriaga se dan a conocer en este “Hemen eta Orain” con la (hasta la fecha) única canción en euskera de su repertorio. Formados desde la amistad, Artza (voz) reúne en la banda a los miembros de los dos dúos de los que también forma parte: Minbizia y Fiambre. Mikel (bajo) y Juane (batería), respectivamente, y él se juntan con Kalim (Error de Paralaje) y el preciosismo de su guitarra para darle los cuatro a un estilo distinto a lo que venían haciendo por separado. “Galduta Bizi” es buen ejemplo de su personalidad, con la misantropía escupiendo letras nihilistas sobre arpegios y andamiaje post-punk. Algo así como si los miembros de Eskorbuto hubieran formado Arrotzak, pero con la rabia añadida propia de los felices años veinte que nos han tocado vivir. Pronto tendrán más material en un split junto a Bilintx surgido a raíz de este proyecto.

Arakil son otra de las bandas que se estrena entre estos surcos y cuya sonoridad más diverge de entre las que podemos escuchar a lo largo del vinilo. Itxa (Pantx! Records), Josu (Mármol), Mario (The Hormones), Borja y Uri (ambos en Uger) retornan en “Gaitzak” a la época gloriosa del (neo)crust de Ictus y Ekkaia con la intención de devolver el género a los gaztetxes de EH, además de hacerlo en euskera. La influencia de Tenue (donde Josu toca el bajo desde la gira europea de su enorme “Territorios”) es palpable en el tema más zapatillero del pack, con esos riffs siempre hacia adelante tan al uso que llevan el desarrollo hacia un puente épico y derivan en un final de atmósfera post-metal, con los ecos de la voz de Itxa, rota entre la ira y la agonía, todavía resonando en nuestra cabeza. Como apunte, Mario se encontraba haciendo las matemáticas en USA durante las sesiones, así que sus líneas de bajo las grabó Borja, pero podéis escucharlo en los temas presentes en su Bandcamp.

Helltzales no les van a la zaga a sus predecesores en cuanto a desgastar zapatilla. Con el mejor naming que recordamos en mucho tiempo y siendo lo más parecido a un supergrupo que tenemos actualmente en nuestro underground (con músicos de Cordura, Elfo Negro, Take Warning o The Cósmeticos en sus filas, casi nada), en “Accidente” suenan tan engrasados como un hot rod de los 50. Su punk rock deudor de Kuraia sube las revoluciones del track como unos Zeke de speed pisando acelerador sin miedo a terminar en siniestro. A pesar de su sencillez, la letra se erige como una de las más potentes, con esa voz que la propulsa a competir en aceleración con los instrumentos que la acompañan en el viaje. Vértigo pensar en lo que sucederá a su reseñable “We Are The Mainstream”.

Shöck son el grupo más “mainstream” dentro del círculo de afinidad de la DDT, si nos atenemos a la definición del término tal y como lo entienden sus antecesores. Nacen en 2015 en Bilbao, un año después de que Micky (No Relax) se trasladara desde su Milán natal, y su punk rock se alimenta de las raíces del género en Euskal Herria, Catalunya e Italia por igual. Bitxo (Mundo Matadero), Nando (Batec) y Ritxi (Destierro) completan el cuarteto en esta “Nada De Ti” comandada por ese chorro de voz que tan bien conocemos al frente de Micky & The Buzz. Punk a piñón en lo musical, tan ausente de florituras como veloz y efectivo, y toda la garra del rock de una garganta prodigiosa en las letras, simples pero con esa energía que obliga a corearlas puño en alto, desde los “hey!” del comienzo hasta la épica de un estribillo que seguro se convertirá en un clásico en sus multitudinarios conciertos.

1991 son algo así como The Smiths pero haciendo del lema “Meat Is Murder” el centro de su mensaje. Letras sobre liberación animal con vocación pop por parte de clásicos de nuestro hardcore como son Alberto (Represión), también detrás del sello/distri In My Heart Empire, Iñaki (xMARADONAx) o Caba (5000rpm). Tras la marcha de Txusan (La Humanidad es la Plaga) Igor (Fallen) entra en su lugar y juntos deciden salir aquí de su zona de confort y echar una mirada a tiempos pasados en común. “Para Siempre” ensalzaba los lazos de amistad en el split CD de 2001 junto a Handplant y es una canción original de Crickbat, grupo seminal de old school hardcore por el que pasaron muchas de las personas mencionadas y en cuyo local ensaya el cuarteto a día de hoy. Alargando su duración algo menos de un minuto y con voces adicionales de los Bilintx, la llevan al terreno que ocupan actualmente con tal naturalidad, que parece mentira que sea una versión.

Mármol hacen pop para punks o punk para poppies, según se mire y según sus propias palabras. “Más de Sin Dios que de Joy Division”, Josu, Iñigo y Kepa (los tres ya aparecidos en estas líneas) han hecho de la autogestión su forma de vida y, casi una década después de su maqueta, tienen varias giras europeas a sus espaldas y su repertorio se compone de himnos que se cantan palabra por palabra en cualquier squat de la Península. Si bien las letras son uno de sus fuertes, “Códigos Sagrados” es el tema con menos barras de su discografía. Como si quisieran compensarlo, han conseguido un sonido que resulta en su canción instrumentalmente más grande. La pegada de la batería sostiene los arpegios y hi-hats frenéticos disparan el primer puente hasta hacer de él núcleo central de épica post-punk, para terminar con la melancolía de un segundo más calmado y un grito a modo de punto final de su declaración (total) de guerra. Seguramente, mi grupo punk preferido de este siglo.

Ectoplasmas peinan más canas que ningún músico presente, aunque el motivo de que sean los más clasicotes son sus referentes y no su edad. Presentes en el catálogo de DDT Banaketak en grupos como 28 Escupitajos o Bajo Axpe, sus influencias rondan los 80 y bandas como Killing Joke o The Jam, cómodos en esa tierra de nadie oscura pero elegante. Se reconocen en el absurdo de la lírica (firman su último LP homónimo como Tripy, Sr. Eléctrico e Inspector Martinez) y esta “Tú” parece versar sobre cierta exministra de Cultura, entre letras como “tu Esperanza es Aguirre, ultracatólica ejemplar, ven conmigo a bailar” o aparentes anacronismos como “plástico cromado es tu material”. Afianzado los versos en sus guitarras dobladas y esa peculiar manera de tocar la batería, cumplen con creces el papel de eslabón perdido entre generaciones que se les presupone.

Uger son un secreto a voces en el subsuelo autóctono desde hace años y cuentan sus conciertos por victorias. Hasta su “Lehengo Lepotik Burua” de hace una año, su presencia fuera del circuito era testimonial, pero después de reventar el Kafe Antzokia abriendo para BAZKA, y con semejante LP bajo el brazo, las cosas parecen estar cambiando. “Hirugarrengaiak” no podría ser más apropiada para cerrar el recopilatorio, un tema con la clase de desarrollo que gustan ejercer, trabajado con escuela por la sección rítmica del monstruoso bajo de Aza y el metrónomo de Uri (también en Arakil y tras las labores de producción en los discos del quinteto) y embellecido por la sencillez de Fiker (Kräter) y el talento de Borja (épico en la anterior “Gaitzak”) a las guitarras. Los únicos en irse hasta los tres minutos de duración junto a Mármol, en este caso para acotar la preciosa letra (mi preferida, NdR) de Gago (Striknina), grabada en una sola toma con un sentimiento que se puede sentir en cada frase.

Un sentimiento de comunidad que puede sentirse, entre otras cosas, en el hecho de que, al contrario de lo que acostumbran otras recopilaciones, ésta no es una colección de canciones que las bandas tenían guardadas en un cajón y han aprovechado para darles una salida digna. Todos los temas aquí reunidos, además de ser exclusivos para la ocasión y de poder ser escuchados solamente en formato analógico, han sido grabados por un único equipo, en un solo lugar, a lo largo de un calendario de maratonianas sesiones comprimidas en nueve semanas a inicios de 2022. Para tamaño órdago, los Promete Puñal de Bilbao fueron el estudio elegido, un proyecto de filosofía DIY común que dedica sus esfuerzos a proporcionar servicios de producción profesional a grupos que no pueden/quieren recurrir a estudios estandarizados por la industria y asimilados por el capitalismo, y que además realiza una labor pedagógica impartiendo cursillos de audio para que las bandas puedan adquirir conocimientos y autosuficiencia. Una apuesta que se ve refrendada a lo largo de sus 35 minutos y que, junto al master final a cargo de Uri, da un empaque encomiable e inusual a esta bendita locura para la Historia. Aquí y ahora. Tiempo al tiempo.

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