Doce años, cuatro discos (cinco si contamos "Old Bullshit") y nada que poder echarles en cara. Beastie Boys, el único grupo blanco capaz de igualarse a Public Enemy, Run DMC y N.W.A en los ochenta; el único grupo blanco capaz de intimidar a A Tribe Called Quest, Gang Starr y Wu-TangClan en los noventa. Beastie Boys: "Licensed To Ill", no sólo el disco con el que muchos descubrimos el mundo de la música, también el Lp -junto al "It Takes A Nation..."- más relevante de la historia del hip-hop; "Paul´s Boutique", o la demostración más válida de que la actitud seguía siendo lo más importante; "Check Your Head", su primera toma de contacto con los instrumentos, el inicio del cambio y un álbum injustamente tratado por muchos; "Ill Comunication", el impactante retorno de un monstruo que algunos creían muerto. Una discografía marcada por su constante movimiento, su inconsciente rupturismo, su desbordante intuición, sus ansias de experimentación, su descomunal talento y genialidad... por su no deseada perfección.
Y ahora, "Hello Nasty", ahora (y siempre), nueva vuelta de tuerca. Parece mentira. ¿Cómo es posible adelantarse a la actualidad del modo en que lo hace "Hello Nasty" con unos planteamientos tan retro? A diferencia de lo que viene de Rawkus, Jurassic 5 o de los grandes clásicos (pura retrospección; no nos engañemos), el nuevo disco de Beastie Boys mira atrás apuntando hacia adelante. El enriquecimiento del hip-hop de los próximos años, no cabe duda, tendrá que bucear por el contenido de "Hello Nasty" y aprender. Es electro, es funk setentero, es soul hortera, es disco, es free-style, es hip-hop de saldo, es otro epatante listado de samples, guiños y homenajes, es un exhaustivo repaso a la música negra de los últimos treinta años, es una nueva lección del grupo blanco más negro del planeta... Diablos, este sí es el disco del año.
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