Los escoceses Young Fathers (Alloysious Massaquoi, Kayus Bankole y G. Hastings) han regresado de un parón de cinco años, tras “Cocoa Sugar”, con el mejor trabajo de su carrera, un cuarto disco con el que dicen volver a la fuente original, a África, al continente de las percusiones y los ritmos tribales del que descienden dos de las terceras partes del grupo. “Heavy Heavy” es un disco jubiloso en el que sus múltiples influencias se combinan a la perfección en eso tan difícil de conseguir que es sonar a sí mismos, mezclando múltiples elementos y géneros, cantos africanos, ritmos glam, hip hop o post rock para lograr algo único que se expresa en ese "Vayamos más allá del límite a otro nivel" que cantan en "Holy Moly".
Otro aspecto a destacar en este disco es que han logrado algo compacto y en el que no sobra nada, diez canciones empaquetadas en treinta y tres minutos, sin que ninguna de ellas pase de los cuatro minutos ni baje de los dos, directas al grano (a la yugular), tanto en lo musical como en lo lírico. En un momento dado cantan "Escucha el ritmo de los tambores y entumécete/ Diviértete", parece ser el claro ‘leit motiv’ del disco, el mundo sigue siendo duro y lleno de sufrimiento, es el momento de rebelarse ante ello e intentar disfrutar mientras se pueda.
Las percusiones dominan el disco, siendo el punto de anclaje del mismo, "Rice" es cálida y resplandeciente, la influencia africana se establece pronto, y comienzan los cánticos elevadores, "estas manos pueden sanar", aunque las canciones van por caminos no siempre previsibles. "I Saw" demuestra que el trío sabe lo que es el rock & roll, con una tema que, musicalmente, suena como una banda glam rock producida por el Kanye West de "Black Skinhead". Es una llamarada que suena a advertencia apocalíptica y encapsula a la perfección la energía que desprende el disco.
"Drum" suena trascendente y se retuerce sobre sí misma con una tremenda energía que nos lleva a ese primer parón que supone "Tell Somebody". A pesar de su aparente calma la canción alcanza niveles tremendos de épica, como si hubieran estado escuchando en repetición a M83. Una plegaria que se podría describir como góspel electrónico.
Las sombras y la oscuridad parecen imponerse en el inicio de "Shoot Me Down", pero un órgano y una melodía en falsete se van imponiendo poco a poco, para volver a enseñarnos la luz hasta en los momentos más claustrofóbicos. Las gozosas voces de "Ululation" son el júbilo hecho canción, como si Animal Collective hicieran su propio "Graceland". "Sink Or Swim" es vibrante, un canto tribal a rebelarse, o no, a hundirse, nadar o no hacer nada. Aunque creo que ellos tienen claro que no piensan hundirse, ni quedarse parados. Algo que se confirma en la imparable "Holy Moly" mientras que para el final dejan la bonita "Be Your Lady" que se rompe a la mitad con una brutal percusión, algo que dominan a la perfección estos escoceses, aunque la calma vuelve, el final combina a la perfección esa percusión con el espíritu del disco: "¡Puedo sacar diez libras de amor del banco, por favor!".
Es difícil describir un disco tan intenso y original como "Heavy Heavy", aquí hay influencias muy variadas pero perfectamente cohesionadas en su propia música, TV On The Radio y Tricky, Animal Collective y Massive Attack, Kanye West y M83, post-rock, afrofunk, hip hop o glam; Young Fathers, en definitiva. El primer gran disco de lo que llevamos de año.
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