Heavn

En la tendencia actual de encumbrar a cada artista negro que saca un buen disco, sorprende que el mejor disco del género que he escuchado en mucho tiempo haya pasado tan desapercibido entre nuestra crítica. Jamila Woods no es nueva, y esto se nota. Después de formar parte del dúo soul M&O y de prestar su voz a raperos como Chance The Rapper o Macklemore se atreve con su propio proyecto, en el que combina un r&b nada comercial con ritmos de cadencias africanas y clara influencia de la música religiosa afroamericana. Melodías pegadizas, casi de canción infantil, directas y nada pomposas, que te encuentras tarareando en cualquier sitio sin ser consciente que, bajo esos estribillos se esconde un mensaje antirracista y feminista. Unas letras llenas de significado, que podrían incluirse perfectamente en la música negra de protesta de Chicago, con miembros como Common, pero sin un atisbo de rabia, sino mas bien llenas de esperanza. Una sensación de esperanza que puede que proporcione su voz sensual, de tonos suaves, que podría recordar el color de Erykah Badu. Todo ello con un gusto exquisito por los arreglos que proporcionan cuerpo y personalidad a los temas.