Heat

Lo bueno del revival es que resulta imposible que se pierda el factor sorpresa, porque éste nunca ha existido. El galo Marc Nguyen firmó uno de los discos del pasado año a base de construir un cesto con mimbres más bien obvios: Joy Division, Can y Suicide.

Colder no escondía el jeto, y ponía a desfilar sus filias en una serie de temas que por momentos parecían versiones llevadas a sus terreno, el del laboratorio doméstico de aristas electro y sonoridad dub. Su segundo trabajo ¿irónicamente? titulado “Heat” apenas se mueve unos palmos de las premisas iniciales: cuenta con el que tal vez su mejor tema hasta la fecha, “To The Music”, con una línea de bajo estomacal que para sí quisiera su compadre LCD Soundsystem, un imparable ritmo discotequero y la ya habitual letanía vocal, esta vez con un estribillo que hasta apetece tararear. También con las ya características lecciones de krautrock monocorde -“The Winter´s Fields”, o “Losing Myself” que es puro “Mother Sky”-. Pero, hacia la parte final del disco, el ritmo desacelera y la base rítmica cede protagonismo a unos teclados casi ambientales. Y es entonces cuando pensamos en la gran verdad en que puede llegar a convertirse aquello del “no news, good news”. Pese a todo, buen disco.