“Aunque podamos olvidar” es el álbum debut de Hasta Marte, uno de los nuevos grupos de la escena barcelonesa. Estos cuatro amigos han decidido desmarcarse de la tendencia urbana actual para volver a un sonido más propio de años atrás, el indie más patrio.
No es solamente su sonoridad lo que hace que enmarquemos este álbum cómo más propio de años anteriores, es también por la duración de las canciones. En la actual era en la que reinan los singles y los estímulos cortos, en los que parece que cuanto más cortas son las canciones, mejor, ellos han decidido llevar casi todas sus composiciones a superar los tres minutos y medio de duración. Una rara avis que seguramente hará disfrutar a aquellos que añoran tiempos pasados.
Y, en un disco en el que viran los sonidos propios del género indie, no podían faltar las grandes historias. “Aunque podamos olvidar” es una especie de diario que les sirve a sus cuatro creadores para recordar distintas vivencias, desde historias puras de amor y desamor, hasta su propia experiencia dentro de la música. El leitmotiv del trabajo son los recuerdos, unos en los que incluirán su paso por la música de la que, aunque todavía tienen mucho camino por recorrer, ya forman parte.
Para redondear su disco de presentación han querido contar con distintos colaboradores. Por un lado, Gonçal Planes y la mítica banda Mi Capitán se suman en “Hasta los huesos”, mientras que COLET se incluye en la balada “No hay sombras” y Avida Dollars en una de las pistas más rockera, “Luciérnagas”.
En definitiva, “Aunque podamos olvidar” es un trabajo que se nota que está muy cuidado y que nos sorprende a primera escucha por la valentía del grupo de apostar por un sonido que creíamos que ya se encontraba en peligro de extinción.
PD: para aquellos a los que les guste descubrir esos pequeños easter eggs en los discos, les gustará saber que este esconde muchos relacionados con el número once, un número muy especial para la banda.
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