Mogwai están alcanzando la madurez y, teniendo en cuenta los tiempos que corren y a la velocidad a la que se queman los artistas, debe estar llegando la hora de que les lleguen los palos.
Sólo que permítanme que les inste a retrasar sus relojes, a no impacientarse, porque el universo Mogwai sigue atrapándonos. Bajo tan irónico título quizás se escondan unos escoceses más maduros, a un punto de hacerse adultos, pero aún capaces de extraerle a sus guitarras la magia que les ha convertido en lo que son a día de hoy. Y es mucho, por lo menos hasta que el transcurso de la historia del rock les sitúe en su justa posición, otorgándoles su justa importancia. Hasta que eso ocurra, Mogwai continuarán siendo uno de nuestros grupos favoritos y lo serán por muchos motivos. Porque sus canciones maravillan incluso tras tomarse medio centenar de tilas (ellos, claro está), porque escuchar su disco con la luz apagada sigue ofreciendo una experiencia francamente enriquecedora. No importa que "Happy Songs For Happy People" resulte, en conjunto, bastante menos apasionante que "Rock Action", ni tan visceral y sincero como "Young Team", lo que importa es otra cosa. Escúchenlo y descifren por si mismos qué significa eso para ustedes.
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