Dado el carácter corajudo, fibroso, austero y
esencialmente estajanovista de la producción de The Wave Pictures, que nadie
espere novedades significativas en el planeta Tattersall en el que es el primer
capítulo de su trayecto en solitario. Al líder del trío londinense le salen los
temas a borbotones, ya sean reinterpretaciones de Springsteen o gemas de cuño
propio, y lo mejor que puede decirse de este “Happy For A While” es que, pese a tener todas las trazas de haber sido parido a bote
pronto (espontáneo y conciso: pocos temas alcanzan los cuatro minutos), no baja
ni un ápice el considerable listón cualitativo que viene exhibiendo
últimamente. Desde esos cortocircuitos de guitarras que cercenan el nervio de
“Between My Ear & The Cradle” o “The Typewritter Ribben” hasta esos serenos
punteos marca de la casa, precisos pero no vacuos, que coronan las
crepusculares “Moorhens” o “The Long Drive To The City”, sin olvidarnos de los
puntuales coros de Stanley Brinks (el ya habitual secuaz André Herman Düne) y
la dulzura de su compañera de correrías, Terence Freschard, cuya voz capitaliza
la preciosa “I Saw Your Hair Between The Tree”. Todo en esta colección de
canciones suena en su sitio, con el punto justo de ironía, ternura e
inspiración propias de un compositor cuyo estado de gracia no atisba fondo.
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