El músico de Los Angeles Hanni El Khatib , hijo de palestino y filipina, ha querido poner toda la carne en el asador en su nuevo proyecto, como para desquitarse del tiempo perdido tras un debut relativamente tardío en 2011. Nos llega, así, un álbum largo que reúne 19 cortes de hasta cinco EPs (cuatro canciones, de propina), en los que coquetea con espíritu juguetón con diversos géneros, mostrando una soltura envidiable; siempre, eso sí, bajo el paraguas del sudoroso blues-rock garajero que su asociación con Dan Auerbach domesticó hasta cierto punto en su segundo trabajo.
Hanni El Khatib no inventa la pólvora, pero desde luego no es ésa su intención; y además deja entrever ciertas ambiciones, pasando con facilidad suprema del guarreo electrónico de “Born Brown” (puro Suicide) al órgano sesentero de “Mondo and His Makeup”, los aires soul de “Gun Clap Hero”, el rock asilvestrado de “So Dusty”, el disco punk de “Peep Show” y el divertimento funk de “Freak Freely” (dos de los bonus tracks) y el blues punk primario de “Till Your Rose Comes Home” o “Savage Times”. Como patinazo (irrelevante), acaso el experimento hip-hop easy listening de “Hold Me Back” (con final humorísticamente deudor de los Beatles), aunque tampoco molesta en el conjunto. En ese sentido, la nueva reencarnación del angelino podría considerarse una versión centrada y garage del impredecible Ariel Pink.
Y aunque, en opinión de quien firma esto, Hanni El Khatib no llega a las cotas de desparrame creativo del disco de Car Seat Headrest, por poner una referencia en un contexto similar (les unen ciertas referencias musicales, no tanto en actitud y letras), se coloca en un nivel más que digno y por encima del mero revival de nobles sonidos del pasado en que pueden caer este tipo de propuestas: La interpretación visceral de Hanni El Khatib insufla la sangre necesaria a su material para que éste vaya sobrado de credibilidad, en un disco cuyos 19 cortes se escuchan con deleite.
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