Algo tiene que pasar y pronto con Ha Ha Tonka. Algo que sitúe a esta gran banda de Missouri en el centro del huracán de la americana actual. Un lugar al que sin duda aspiran con este quinto e intencionado trabajo. Y digo esto porque posiblemente “Heart-Shaped Mountain” no sea su mejor disco, tampoco el más personal, pero sí es el álbum que puede colocarlos bajo los focos de una atención mediática que antes no les prestaba el interés que sin duda merecen. Y digo todo esto porque su quinto disco está pensado para gustar. Solo hay que ver el inicio del mismo para darse cuenta que Ha Ha Tonka pasan de sonar con el músculo y la tensión Kings Of Leon en “Race To The Bottom”, para recordar a Tom Petty en “Everything” y abrazar el crescendo épico del folk-pop de Mumford & Sons en “All With You”. Referentes de éxito que ya hacen intuir que Ha Ha Tonka no se andan con tonterías a estas alturas de la jugada. Quieren triunfar y quieren hacerlo bien. A lo grande. Y si para ello tienen que sacarse de la chistera una de las melodías más pegajosas de los últimos meses en “The Party”, nadie ni nada va a impedírselo. Está claro que esa deriva digamos comercial, ha acabado con el lado más experimental y raruno de la banda, y está claro también que debe haber un sentimiento general en el grupo de ahora o nunca motivado por el paso del tiempo. Ya no somos unos jóvenes que pasamos con cualquier cosa y si nos tiene que pasar tarde como a Spoon, mejor que nos pase ahora y no tengamos que acarrear el maravilloso prestigio de Okkervil River, porque con prestigio solo no se pagan las facturas.
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