Powerless

Ya la simple introducción del disco, el minuto escaso que dura "Old Pirates", establece las normas musicales y emocionales por las que va a discurrir un trabajo como "Powerless". Con posteriores desarrollos mucho más largos y farragosos, vamos a encontrarnos con un muro de intensidad basado principalmente en la electricidad nacida de unas guitarras capaces de desgarrar la ausencia de sonido. Los más de seis minutos de "Everywhere" son más que simbólicos y descriptivos sobre las supuestas intenciones de Gringo.

Y es que la banda de Getxo es capaz de estructurar sus composiciones con los mimbres aquellos que nos dejaron como enseñanza nombres como The Velvet Underground o los Crazy Horse que acompañaron, y acompañan, los momentos más intensos de Neil Young. Incluso los arrebatos eléctricos de grupos como The Dream Syndicate se cuelan por entre tanta disonancia de raíz americana. Claro que su capacidad de mirar hacia otros horizontes queda también marcada cuando a continuación, un rasguño como "While the time", lleva la semilla del after-punk denso y arrastrado y traza líneas invisibles, aunque bien sensibles, tanto con mediados de los 80 como de los 90.

Ahí reside el atractivo de una banda como Gringo. Una vez más, Pablo, Javi, Txumi e Iñigo, grabando en los estudios El Tigre de Deusto junto a Xabier Eguia, y masterizando en los Ultramarinos de Barcelona con Victor García (dos referencias cada vez más habituales) son capaces de entregar un disco que parece opaco pero es capaz de respirar por entre todos los arañazos eléctricos. Y encima, como quien no quiere la cosa, se sacan de la manga algo tan hermoso, impactante e hipnótico como "Powerless", demostrando que cuando se domina lo que uno se trae entre manos, en la tranquilidad aparente reside lo inquietante.