Los Clash (que, por cierto, no aparecen versioneados) cantaban “Should I Stay Or Should I Go?”. Para hacer un pareado bilingüe, Alvarez añadiría algo así como “o triunfo o me la doy”. Y es que hacer un disco entero de versiones y verter todos sus fantasmas infantiles y adolescentes requiere... valor. A ver:
The Knack, Gabinete Caligari, Abba, U2, Police, Michael Jackson o Suzanne Vega acompañan a presuntas boutades (o genialidades, yo ya no me aclaro) como el himno de la Legión, la sintonía de Orzowei o Boney M. Álvarez huye pitando (hacia adelante, aunque parezca lo contrario) de la escena cantautoril protestante (o protestona). Musicalmente, unas versiones quedan más apañaditas que otras, pero a todas las iguala la voz controlada a la vez aguda y rasposa de Javier, envuelta en los arreglos de un Suso Sáiz que para la ocasión despliega su detallista, intimista e infinito saber para una producción lo-fi. Sólo eso ya hace del disco una pieza de interés musical. Los temas los conocemos todos, así que por una vez deberá ser usted quien juzgue si la selección es acertada o no. A mí me lo parece, pero no me hubiera comprado el disco: tengo casi todos los originales, qué le vamos a hacer. Para nostálgicos generacionales.
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