Real Power

Durante el pasado 2023 acontecimos al regreso de una imponente suma de estandartes del pop independiente con los que no tuvimos más remedio que reconectar por el bien de nuestro yo más lozano (de Blur a Pulp, pasando por The Moldy Peaches, Le Tigre o Cansei de Ser Sexy, por solo citar algunos). Como cebo y alimento para las expectativas del siguiente año, el célebre trío norteamericano Gossip ya hacía méritos para sumarse a este aluvión de reuniones no solicitadas (pero igualmente apreciadas) con el anuncio del que sería su primer disco en doce años. Una pequeña muestra de como la banda liderada por la carismática Beth Ditto ha querido reclamar su particular puesto en el trono del indie sleaze tan solo cuando tenía algo verdaderamente digno que contarnos.

“Real Power” (24) hace justicia al deliberado ruego de su llegada y exhibe pertinentemente los rasgos y particularidades propias de un trabajo hecho desde la paciencia y el detalle. Once canciones que comenzaron a pergeñarse luego de que en 2019 Ditto y los suyos volvieran a juntarse tras un extenso parón, y que, por cronología, atestiguan de forma implícita la incómoda y esquinada realidad que su país vivió durante los años pandémicos. Con esto presente, no resulta casual que el tema principal del disco, y que a su vez da título al mismo, sea una empoderadora canción que ensalza y subraya la involucración de Portland durante las marchas del Black Lives Matter, acontecidas en plena crisis sanitaria y todavía con el asesinato de George Floyd en la memoria de medio mundo. Una pieza que crece con la fuerza y el arrojo propios de un himno y que arenga a las masas con una pasión y vehemencia que solo Ditto es capaz de transmitir.

A pesar de esta inevitable inspiración en el signo de los tiempos, los miembros de Gossip continúan demostrando ser fieles deudores de sonidos añejos –esta vez, eso sí, más alejados del after-punk y más próximos a las discotecas de moqueta y bola- y nos presentan un muestrario exquisito de matices que nos empujan de lleno a conquistar la pista de baile con buen rollo y groove. Ya bien sea desde un plano próximo a la lisergia setentera (“Act of God”), al romanticismo discotequero de Donna Summer (“Edge of the Sun”), a la lujuria reverberada de The xx (“Turn The Card Slowly”, “Tough”) o al funky desenfadado de Nile Rodgers (“Give It Up For Love”), el hilo conductor entre los picos y valles de esta generosa amalgama de estilos sigue siendo el mismo que una década atrás: el talento tonal de una Beth Ditto capaz de abarcar una gama de notas sorprendentemente ambiciosa. Después de foguearse en solitario con “Fake Sugar” (17), la cantante vuelve a demostrarnos que es junto a sus escuderos Nathan Howdeshell y Hannah Blilie con quien tiene a bien sacar punta a su mejor versión, puntuando a la alza tanto si la vemos sacar su lado más dulce y accesible (“Crazy Again”) como su cara más chula y desafiante (“Tell Me Something”).

Por su parte, y si nos sorprende lo depurada que luce también su producción, tal vez el nombre de un tal Rick Rubin en los créditos nos despeje las incógnitas. Y es que Gossip no solo ha conseguido dar forma a un impecable álbum de regreso con el que confirmar su notable madurez sonora, sino que también nos da una lección de cuándo y cómo es preciso regresar tras una sostenida ausencia. Qué bien hicimos en no olvidarnos de vosotros.