Hasiera bat
DiscosGorka Urbizu

Hasiera bat

8 / 10
Urko Ansa — 19-01-2024
Empresa — Only In Dreams
Género — Pop

Sin grandes campañas de promoción; sin adelantos en forma de single; sin previo aviso. El pasado lunes, 15 de enero, Gorka Urbizu publicó en todas las plataformas digitales el que es su primer disco en solitario. Algo que se podía intuir, aunque no supiéramos a ciencia cierta el como, el dónde y el cuándo. Se podría especular con un giro sonoro a atmósferas más sosegadas tras tantos años de tralla, aunque incluso eso pudiera suponer una incógnita, a pesar de que ya había explorado nuevas vías con Peiremans+, Katamalo y con los propios Berri Txarrak (pongamos desde Denbora da poligrafo bakarra, año 2014). Han sido cuatro años desde que disolvió Berri Txarrak, y la expectación creada está más que justificada.

Ha grabado el disco en el Teatre de ca l’Eril (Guissona, Lleida) con Jordi Matas, quien también ha tocado en él (bajo y guitarra, principalmente), además de tres baterías: Joan Pons, Ferran Palau y Ildefons Alonso. De la masterización se ha encargado Dave Cooley en los estudios Elysian Masters de Los Angeles, Heather Horton ha hecho la pintura de portada y el diseño ha corrido a cargo de Ander X. Tejadas.

Y bien, ¿qué nos ofrece Gorka en este fulminante retorno? Lo que inmediatamente llama la atención es el proceso de renuncia a los artificios y a las múltiples capas de sonido, si bien va incluso más allá: y es que la desnudez de su propuesta apunta a un minimalismo difícilmente comparable con todo lo que ha producido hasta ahora. Escuchar “Maitasun bat” puede causar cierto estupor en el seguidor de Berri Txarrak, y no es que sorprendan sus melodías, es solo que... ha separado tanto el grano de la paja que las canciones se reducen a su mínima expresión y flotan en un ambiente marcadamente austero.

Es por ello que, una vez eliminado todo lo que le ha parecido innecesario -o no imprescindible – solo queda la esencia, y ahí es donde una canción se la juega de verdad. Si tiene alma, sobrevivirá; si no la tiene, adiós muy buenas. Y no hay más. En esa tesitura, un tema como “Teoria bat” demuestra su grandeza desde el momento en que empieza. En esta sí, se vislumbra el espíritu de Berri Txarrak sin ningún tipo de duda, aunque, eso sí, cobra forma en el nuevo estilo de Gorka. Hay temas que admitirían el formato rock sin mayor dificultad, como por ejemplo la maravillosa “Toki bat”, que incluso muestra cierta garra aun sin salir del todo del minimalismo intrínseco del disco.

“Janela bat” es deliciosamente lenta, incluso supondría un reto dificultoso para todo aquel que intentara reproducirla en directo. Sobra decir que la voz de Gorka es la gran protagonista de este disco y la ha utilizado como plataforma para desarrollar todo su talento melódico. Algo que, de nuevo, no es algo nuevo aunque sí lo es (evidentemente) en este contexto. El disco no deja de ser una sorpresa en cada uno de sus diez temas; lo afirmamos para no generar dudas. “Kolore bat” es otra pieza en la que se agradece su (minimal) ritmo, que se compone de una simple batería sin platos ni redobles (y básicamente se dedica a marcar el ritmo, como cada vez que interviene en este disco), y unas líneas de guitarra y bajo (si las hay) prácticamente, y no se me entienda mal, inofensivas.

Incluso nos atrevemos a seguir el esquema inverso que pudiera haber tenido este trabajo: partiendo de temas tan sustanciosos como “Lilura bat” podríamos imaginar como la ha deconstruído Gorka, e imaginarnos (siempre en un plano hipotético) como hubieran sido en su forma inicial: el resultado de este ejercicio mental es estimulante a más no poder. Todo esto demostraría la importancia de las propiedades de los propios temas. La evocadora cerrazón de “Etxe bat” nos sugiere incluso el hermético “Nebraska” de Bruce Springsteen: bella en su esencia y sugerentemente productiva en lo que se refiere a su carácter.

“Sute bat” incide más en atmósferas melancólicas para dejar paso al gran cierre de “Besterik ez”, la más larga del disco con sus casi seis minutos, y que rezuma tintes épicos y quizás (en otro contexto) expansivos. Posee una melodía y un estribillo digno de su banda madre y a buen seguro que gustará a muchos. Eso sí, el cambio ha sido bastante radical, con lo cual perderá algunos seguidores y ganará otros. No dudamos de que el disco vaya a ser un éxito. Lo que queda por dilucidar es hasta dónde llegará este, además de otros aspectos como el formato su presentación en directo y el alcance de su propuesta. La apuesta de Gorka es arriesgada y genuinamente anticomercial. Pero tengamos en cuenta que, tal y como sentencia el título de este trabajo, esto es solo “un comienzo”.

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