Hay muchas evidencias desatadas por este nuevo disco de Ian Brown, enésima oportunidad desaprovechada del otrora cantante de los fenomenales Stone Roses. La primera es que Ian Brown ya no es lo que era. La segunda, que sigue cantando igual de mal que siempre. La tercera, y más evidente, es que Ian Brown jamás superará en solitario lo que hizo en grupo con el cuarteto de Manchester. Y la cuarta, que el líder creativo de Stone Roses no era Brown sino John Squire. Todo esto se ha ido demostrando poco a poco a lo largo de los años y este nuevo álbum no hace sino corroborarlo, por completo.
"Golden Greats" no es para nada un buen disco; diría que es un disco malo, bastante malo; hay contados temas aceptables (destacaría quizá "Free My Way" y "Set My Baby Free") y muchas, demasiadas, pifias ("Gettin’ High", "First World", "So Many Soldiers", incluso el supuesto hit "Dolphins Were Monkeys"). Ian Brown ha intentado con este disco reinventarse a sí mismo manteniendo los postulados de innovación y lisergia que siempre le han acompañado (honroso objetivo) y tratando, al mismo tiempo, de ennegrecer y modernizar su sonido (algo que siempre le ha obsesionado), pero fracasa estrepitosamente porque por el camino se olvida por completo de lo más importante: las canciones. Una pena, de verdad.
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