Inmortal

Goa, quizá el mayor referente del sad-trap en España, continúa con su producción hiperactiva y lanza “Inmortal”, su nuevo trabajo. Este álbum breve –tan solo siete canciones– vuelve a hacer hincapié en los modos y mensajes habituales de las canciones del valenciano. En lo que empieza a dejar de ser una novedad y pasa a ser una constante, el cantante que saltó a la fama con la entonces original (para pertenecer a la escena española) “Yeyo en mi iPhone”, vuelve a apostar por letras que mezclan lo sentimental con lo depresivo y con el consumo de estupefacientes sobre beats llenos de guitarras distorsionadas y ritmo de canción de rock norteamericana de los primeros 2000.

“Inmortal” vuelve a contar también, por lo tanto, con la otra mitad del tándem que dio forma a este sonido tan característico: Pochi, uno de los productores habituales de los trabajos de La Vendición Records en los últimos tiempos, produce o co-produce hasta cuatro de las siete canciones del álbum. El resto de los créditos en la producción recaen en Marvin Cruz (cada vez más relacionado con el entorno de Yung Beef), Loco Alien, Wtfdiddy, Southclamuzik, ambeats y 25k.

No hay apenas diferencias entre una canción de cualquier otro trabajo de los que Goa ha publicado en solitario hasta la fecha con cualquiera de las que conforman “Inmortal”. Eso tiene su parte positiva y su parte negativa, claro. La positiva es que los fans de Goa encontrarán aquí más de lo que les gusta; a saber: letras y beats oscuros influenciados por la estética emo. La negativa es que Goa parecía capaz de ir más allá. Cuando más ha brillado el autor de “Inmortal” ha sido cuando ha salido un poco de su registro habitual (ya sea haciendo equipo con Yung Beef o montado sobre bases más novedosas) y eso es algo que no sucede en este álbum. Aún así, Goa es más que capaz de sacar adelante canciones que suenan bien y que tienen gancho. Es el caso de “No es un secreto” o de “Me duele”, el tema que ha grabado con Albany y que se erige como el mejor de este nuevo movimiento en estudio. La estrofa que canta una de las artistas emergentes con más futuro de la escena urbana española es un soplo de aire fresco en un trabajo que, aunque no suene mal, no ofrece muchos motivos para acudir a él tan reiteradamente como sí ocurría con sus trabajos anteriores.

Goa se encuentra ante una encrucijada: dar un salto de calidad experimentando con sonidos y estilos diferentes (como no se cansa de hacer su mentor, Yung Beef) o quedarse en un espacio conocido y limitado, en el que se siente cómodo, pero que no le ayudará a crecer como artista.