Euroslime
DiscosGloosito

Euroslime

6 / 10
Daniel Caballero — 09-02-2025
Empresa — Rich Farmers
Género — Rap

Después de múltiples retrasos y de hordas de fanáticos desesperados por su dosis, Gloosito ha publicado su ansiado primer álbum titulado “Euroslime”. A priori, es la importación a la española más ambiciosa de esa imaginería slime que en Estados Unidos ya lleva asentada una década. Este elepé supone la película completa de las peripecias triunfales de Gloosito rodando por la ciudad y su subsuelo, la versión extendida de unas aventuras siempre teñidas de humo, con chicas malas malísimas y una suciedad púrpura patrocinada por el Makatussin. Una película con alguna sorpresa extra que eleva notablemente el pico del álbum pero, también, con escenas prescindibles por su previsibilidad, con algunas colaboraciones que parecen haber entrado en el disco más por amistad que por lo que puedan aportar, por lo que algunas no terminan de cuajar.

Con veintiuna canciones, cincuenta y dos minutos de duración y más de una decena de productores internacionales, este trabajo tiene tres partes bien diferenciadas. La primera, un arranque en piloto automático, desde “Lo bueno de ser malo” hasta “Slime Smile” donde Gloosito bajo instrumentales serpenteantes despliega los delivery marca de la casa con opulencia y orgullo por lo conseguido. Nada novedoso aunque no por ello malo. La segunda parte, el core del álbum, abarca desde “Como si nada” hasta “Criminal Activity”, con un sonido más siniestro-etéreo que le viene como la gasolina idónea para moverse de aquí para allá del poblado completando misiones primarias y secundarias, y donde hay una grata sorpresa: “Zepp Zepp”, un interesante punto de quiebre en el disco, con campanas que parecen anunciar el juicio final y un Gloosito ralentizado que parece estar embotado de Lean y/o pastillas. Suena a screwed and chopped, suena a “Plutoski” de Future. Bien. Otro registro a destacar es el que muestra junto a Yung Beef en “Ramadán 2021” con una voz magnética con la que deja alguna buena perla (“Ahora me he convertido en el plugg de mi plugg, negro, fíjate”).

Gloosito nos ofrece catorce colaboraciones de todos puntos de latinoamérica y España en esta segunda parte en un lapso de diez canciones, aunque desgraciadamente no aportan en su mayor parte nada nuevo. La excepción es la presencia de Ill Nene de Oro. Se entiende el concepto de colectividad y familia que quiere transmitir, pero musicalmente es lo que es.

Por último, la tercera parte que va desde “Digital Fent” hasta “Puro Serpenteo”. Y aquí llega la evolución y el color, una instrumental de rage-trap y un corrido tumbado, respectivamente, pasando por las agradables percusiones y el minimalismo suave de “Ed, Edd y Eddy”.

Pero lo que sin duda pone tierra de por medio entre el artista oriundo de Madrid y los demás es la capacidad que tiene de hacer comedia del guetto, de incluir el humor y la ironía como contrapeso cuando flota por temas más negros y escabrosos rebajando la tensión y siendo más cercano al público. Véase en la primera canción ( “Chingarme a la novia de un hater, eso me divierte / podrán copiarme, pero no saber lo que se siente”) o en ‘U Know I Love The Smile’ (“Me avisan y me lo llevo, y así se mueven los lobos / una vida de rockstar, la mansión llena de globos / Le ofrecí una thotie hasta al repartidor de Glovo”). También en la ya citada “Ramadán 2021” y en “Accidental Twin” (“ella la chupa diferente / es de los pisos del IVIMA”). Entre broma y broma la verdad asoma. Otro elemento que siempre aparece en el madrileño, más aún con su bagaje en el género y el estatus de rapero reconocido en los ambientes de la capital, es el cuidado que tiene con lo más rapero raperil que hay: cuidar las letras. Por la influencia del mumble rap y en los estilos por los que derrapa Gloosito se puede prejuzgar muchas veces que las letras son olvidables porque no hay nada provechoso, ni dobles sentidos, ni nada, que solo son un mero acompañamiento a la instrumental. Y nada más alejado de la realidad, porque si uno presta atención –sé que es difícil en estos tiempos de criaderos de TDAH– se va a encontrar con metáforas, estructuras y punchlines que ya los querría para sí algún rapero, digamos, al uso. Como ejemplos, en “Más dinero más cadenas” rapea “Toda la mierda que vendimos / Dios nos salve / Mi ganga tiene más ingresos que la iglesia / si no es de negocios puede que con Dios no hablen” o en ‘U Know I love The Smile’ cuando dice “No damos a elegir / lo saco y repongo luego / Nosotros le vendemos las dos pastillas a Neo”.

En definitiva, Gloosito amplía su campo de batalla y universo en su álbum debut haciéndole zoom, por lo general, a las mismas temáticas y sonidos que le han aupado a la primera línea del rap patrio. Mujeres muy malas, carros caros y estallados, amenazas directas a sus enemigos y mucho mucho dinero, además del omnipresente Makatussin de fondo y el uso inteligentísimo de las estructuras, del humor y la ironía. Un “Euroslime” cuya naturaleza celebratoria congrega a más de una decena de colaboradores y, precisamente, eso es lo que lo lastra para ser un álbum de notable.

 

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