I Love You So F***ing Much

Dave Bayley llena el nuevo disco de Glass Animals de amor y luces espaciales usando la ciudad de Los Ángeles como enlace de unión. Tras un tremendo bloqueo generado por el éxito de “Dreamland” (20), esta nueva entrega se presenta como un boca a boca de emergencia a la banda para tratar de revivir el encanto que enamoró a las masas en plena pandemia. Sin embargo, todo el gancho que podría tener su predecesor, a pesar de las imperfecciones, se desvanece en un nuevo disco poco inspirado, construido sobre flojas bases pop y una forzada literatura que te agota e incluso llega a generar una sensación de vergüenza ajena en algunos momentos.

Claramente no están en su mejor momento y es difícil defender un disco como “I Love You So F***ing Much”. Dave Bayley se tira a la piscina reuniendo una serie de canciones de amor inspiradas por la ciudad de las estrellas y disfrazándolas de un componente de ciencia ficción para venderlas más allá de lo que realmente son. Pese a ser un disco verdaderamente corto, solo 10 canciones, hay que decir que llegar a la mitad de este supone un auténtico logro. Solo el arranque de “Show Pony” con ese fraseo que te deja exhausto y frases como “All that shit I learned from you, kindness spilt like milk and juice”; te frena cualquier tipo de interés de querer continuar con la escucha del álbum. Una apertura de proyecto que, por otro lado, se centra en la idealización del amor y que poco a poco salta a un lugar mucho más up en “whatthehellishapening?” para hablar de esas situaciones en las que te sientes atado de pies y manos. Momentos en los que lo mejor que puedes hacer es dejarte llevar e incluso disfrutar de no tener que tomar decisiones pese a que nadie te asegure que saldrá bien.

Entre lo mejor del proyecto, salvamos una juguetona “On The Run” que va creciendo y llenándose de energía retrofuturista para dar pie a ese cierre cincuentas que es “Lost In The Ocean”. Ya que cuando buscan ponerse oscuros, y volcarse hacia el lado rock, la cosa va incluso a peor. Un ejemplo de ello es esa “Wonderful Nothing” cargada de todos los tópicos comerciales que te puedes imaginar y por los que ya han pasado otros como Imagine Dragons. Error que se suma a ese intento frustrado de humanizar el álbum con Dave repitiendo en numerosas ocasiones que se ha forzado a mostrarse “tierno y vulnerable” a la hora de componer. Y es que en “Dreamland” había ocasiones en las que se generaba una cierta sensación de limpieza artificial para tratar de encontrar canciones que hicieran clic en el gran público, más allá de la calidad; algo que por supuesto consiguieron. Pero, aun así, se puede hablar de ese disco como una pieza que a nivel narrativo no está tan mal. En este nuevo, la sensación de “vaguedad”, o intento de simplificar las historias de Dave a la hora de hablar de conceptos universales, y tratando de forzar una originalidad que nunca llega, hacen de “I Love You So F***ing Much” un álbum difícil de digerir. Y del que, siendo sinceros, pese a que cambie mucho el rumbo, tampoco van a sacar un hit como “Heat Waves”.

El líder de Glass Animals explicó que la referencia central de este disco es “La guía del autoestopista galáctico”, serie de novelas de ciencia ficción y humor de Douglas Adams. Sin embargo, de lo que peca este disco es de eso, de no tener buena literatura, escasez de alma y buenas historias que lo llenen verdaderamente de vida. Es imposible que una ciudad tan increíble como Los Angeles haya llevado a Glass Animals a presentar algo tan hueco. Y siendo honestos, llegados a este punto y habiendo vivido la banda esa gran crisis de identidad previa, cuesta mucho imaginar cual será la fórmula que verdaderamente les salve en el futuro.