Si algo ha caracterizado a Neurosis a lo largo de sus casi veinte años de carrera es su sorprendente expresividad. No importa si estamos hablando del punk de sus inicios, de los momentos más lánguidos de su historial, de las aventuras más psicodélicas, de sus minutos de oscuridad gótica o de los arrebatos más post.
El caso es que, donde otros suenan fríos y distantes, la visceralidad de los de Steve Von Till eriza el vello (el cuerpo se estremece con los minutos finales de “At The End Of The Road” . “Given To The Rising” vuelve a ser un disco de temas largos, de paisajes asfixiantes y de voces desgarradas. Los Neurosis de 2007 no descubren nada, pero continúan convirtiendo sus canciones en experiencias aplastantes y de una pesadez monolítica (esta vez bastante más que en sus últimos movimientos, aunque no se olviden de la experimentación electrónica). Sus discípulos han crecido hasta lograr grabar discos excelentes, pero ellos siguen un paso por delante, con la cabeza bien alta y los músculos en tensión. “Given To The Rising” es el mejor disco que podíamos esperar de los estadounidenses en 2007. Es más, es el mejor disco que podíamos esperar de Neurosis en esta década.
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