Si alguien me pregunta a qué artista despierta mi cara más tierna, no tengo dudas: Marianne Faithfull sería la elegida. Me la imagino junto a mí, contándome historias a media tarde, compartiendo un té y unas horas de charla. Los años de excesos han pasado y el alcohol y las drogas ya no tienen cabida en su vida, por mucho que su musculosa voz parezca apuntar lo contrario. Como a mí, a muchos de sus compañeros de profesión les despierta esos sentimientos, por esa razón quizás cada uno de sus discos desde hace una década cuenten con tantos invitados.
En esta ocasión repite Nick Cave, quien le escribe “Late Victorian Holocaust”, aunque nos encontraremos a muchos más artistas, entre ellos Steve Earle (que abre la caja de los truenos en el tema que da título al disco), Roger Waters (quien se muestra cercano y generoso en “Sparrows Will Sing”) o una Anna Calvi que aprende de Faithfull, convirtiéndose en alumna aventajada en “Falling Back”. Precisamente esta última pieza, junto a “Love More Or Less”, está entre lo más emocionante de este “Give My Love To London”.
Como ocurre con el reciente caso de Leonard Cohen, Faithfull sigue esa senda en la que ya no sorprende musicalmente, pero sí lo hace reuniendo un puñado de excelentes canciones que subrayan su línea maestra.
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